bilbao - Leioa Kantika Korala, uno de los coros que toma parte hoy en Gabonetako Soinuak, nació en 2001 en el seno del Conservatorio Municipal de Leioa por iniciativa de su director, Basilio Astúlez.

¿Qué supone un evento como este recital?

-Es una ocasión para encontrarnos, para compartir, para escucharnos los unos y a los otros y saludarnos, para subir al escenario juntos y establecer lazos que son muy importantes para nuestros niños y adolescentes.

Los más pequeños llenan el escenario del Euskalduna, ¿cómo lo viven ellos?

-Los niños aman el escenario, que siempre impone respeto, pero no miedo. Una de las cosas más geniales que aporta es que, las personas que tenemos la suerte de subirnos alguna vez al escenario, ya no queremos bajar nunca, queremos seguir subiendo. Esto lo hago extensible a los niños, que con 10 o 12 años descubren la magia de cantar para el público. Creo que viven esa experiencia con tal intensidad que quieren seguir compartiéndola. Lo que nos produce un encuentro de estas características es ganas de hacerlo bien, ganas de cantar, de disfrutar en el escenario y compartir lo que nos une, que es la música.

Euskadi cuenta con una gran tradición coral, ¿cree que va a mantenerse con las nuevas generaciones?

-La tradición coral es innegable en Euskadi, y las costumbres hay que actualizarlas. Las manifestaciones culturales requieren revisiones y en ese tren estamos montados. Soy optimista, y creo que aunque las cosas cambien, no necesariamente tienen que ser para peor, simplemente el contexto es diferente, y nuestro trabajo es sacar el máximo rendimiento a esa diferencia. Debemos actualizar el lenguaje y hacer propuestas atractivas,

Kantika nació por iniciativa suya, ¿qué le impulsó a embarcarse en este proyecto?

-Diría que mi amor a la música. Por otra parte, el hecho de que en un centro tan pujante y tan fuerte a nivel instrumental y que tantos músicos profesionales ha dado, como es el Conservatorio de Leioa, no contase con un coro, me llamó la atención. Fue una aventura, una gran ilusión que se ha convertido en una bola de nieve que nos ha regalado momentos fantásticos de aventuras en estos 20 años. ¡y los que nos quedan, que espero que sean muchos!.

¿Qué le queda pendiente con la formación?

-Muchas cosas, pero hace 20 años no podía imaginar algunas de las que ya se han cumplido. No tengo duda de que al coro le queda mucha trayectoria, y sé que grandes momentos sobre los escenarios están por venir.

Kantika ha recibido varios galardones desde su creación, ¿qué han supuesto para sus miembros?

-Gasolina. El mundo de las competiciones es delicado, pero pienso que bien gestionado es un aliciente para los chicos y chicas que forman parte del coro. Un subidón de adrenalina importante, ya que prepararse supone mucho esfuerzo. Nos han traído nueva ilusión para afrontar con más energía y solvencia el resto de certámenes.

El coro ha realizado varias grabaciones, ¿tienen alguna prevista para 2018?

-Ese es uno de los retos en lo que estamos trabajando y, de hecho, hay una fantástica propuesta que no puedo avanzar todavía, pero la confirmaremos pronto.