bilbao - “Quién me iba a decir a mí, cuando estaba en el colegio Escolapios y estudié la Prehistoria, que tendría la oportunidad de descubrir poblaciones anteriores a los neandertales”, comentó Juan Luis Arsuaga, diseñador de la nueva exposición de Arkeologi Museoa, Atapuerca: Cráneo 4, producida por el Museo de la Evolución Humana de Burgos.

El codirector de las excavaciones de Atapuerca y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, realizó una visita guiada por la sala del museo junto a la diputada de Euskera y Cultura, Lorea Bilbao, en la que resaltó la importancia de esta pieza, hallada en la Sima de los Huesos del conjunto arqueológico en 1992. Se trata de una réplica de un cráneo correspondiente a un individuo de hace 430.000 años -al que han llamado Agamenón-, de la especie Homo Heidelbergensis y que se encontró en un cuadrante cercano al lugar en el que se halló el Cráneo 5, también llamado Miguelón -en homenaje al ciclista Miguel Indurain- y de la misma antigüedad.

“Durante la mayor parte del último millón de años, al menos la mitad de la población vivía en la península ibérica”, señaló Arsuaga con respecto al yacimiento burgalés. El cráneo de Agamenón relaciona a la población de Atapuerca con los neandertales, de los que serían antepasados más o menos directos. Sin embargo, en esta exposición también podrán verse las réplicas de distintos cráneos fósiles de cronología similar o posterior que cuentan con una morfología diferente a los de Atapuerca, sin una relación tan evidente con los neandertales, algo que en palabras de Arsuaga, muestra “una diversidad” en cuanto a la población.

El Cráneo 4 es una réplica de un neurocráneo, es decir, de un cráneo al que le falta la cara, y que perteneció a un hombre que poseía un gran volumen encefálico para su antigüedad, en concreto alcanza los 1.360 centímetros cúbicos. Agamenón cuenta, además, con una morfología que precede a la de los neandertales, la especie posterior. Los científicos han deducido que el dueño del cráneo tenía numerosos problemas de salud y que es muy posible que fuera sordo y que tuviese fuertes dolores de cabeza.

Junto a esta pieza se presenta el Cráneo 5, en el que se observan cicatrices de pequeños traumatismos, algo por lo que los expertos deducen que la población debió enfrentarse a numerosas dificultades para sobrevivir.

En cuanto a los numerosos descubrimientos de los últimos años, el prestigioso paleoantropólogo afirmó que “lo sorprendente no es la gran cantidad de hallazgos que se están produciendo, sino que no se hayan hecho hasta este momento”, ya que la península ibérica es una zona “muy rica” en cuanto a patrimonio arqueológico.

El museo también proyectará, durante esta exposición, un audiovisual de Javier Trueba con secuencias reales de la excavación de Agamenón, unas imágenes con las que los espectadores podrán conocer el proceso de trabajo de los arqueólogos de Atapuerca.

“Hemos sido bendecidos con este patrimonio y, por lo tanto, tenemos un papel de primera magnitud. Vivimos en el territorio en el que se desarrolló gran parte de la historia de la evolución humana”, enfatizó Arsuaga.

El fósil vasco más antiguo

El Arkeologi Museoa también hace referencia en esta muestra a los restos materiales encontrados en Euskadi y, por ello, exhibe la réplica -por motivos de conservación- del húmero de Lezetxiki, encontrado en Arrasate. Se trata del resto humano más antiguo conservado en el País Vasco, concretamente de hace 164.000 años, descubierto por José Miguel de Barandiaran y Jesús Altuna en 1964 y probablemente perteneciente a una preneandertal adulta de unos 35 años.

Además, la pinacoteca ha preparado un espacio en el que puede observarse el cráneo de la osa Demingeri, hallada en la cueva de Santa Isabel de Ranero, en Karrantza, un resto que representa a los animales que convivieron con el Homo Heidelbergensis y que también se extinguieron.

“Esta muestra nos permite conocernos todavía más, profundizar en nuestros orígenes, en nuestras raíces y en nuestra cultura”, apostilló Lorea Bilbao. Al mismo tiempo, Arsuaga anunció que espera que “esta exposición sea el comienzo de una gran amistad. Y estoy seguro que será así”. Atapuerca: Cráneo 4 permanecerá abierta al público hasta el 15 de octubre.