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“Los rusos pasaron de ser esclavos de un zar a serlo de un Estado y una nomenclatura”

‘La Revolución rusa contada para escépticos’, de Juan Eslava Galán, se suma al resto de acontecimientos históricos contados para escépticos por el escritor jienense

“Los rusos pasaron de ser esclavos de un zar a serlo de un Estado y una nomenclatura”

BILBAO. A Juan Eslava Galán sus lectores más fieles le esperan cuando un acontecimiento histórico cumple un aniversario redondo. El escritor ha creado una colección de libros para escépticos que abarcan todos los episodios bélicos del siglo XX, uno de los más crueles de la Historia de la humanidad. El último se lo ha dedicado a la Revolución rusa en su centenario. Con ironía y de abajo a arriba, Eslava Galán va dibujando el mapa de lo que fue y en lo que se convirtió Rusia cuando pasó de manos de los Romanov a las de Lenin. El comunismo ruso fascinó desde la distancia a intelectuales occidentales, algunos de las generaciones del 98 y del 27.

‘La Revolución Rusa contada para escépticos’. Ha contado ya muchas batallas para escépticos, ¿de verdad cree que hay tantos?

-Es una manera de mirar las cosas. La Historia siempre se hace mirando desde arriba y yo intento verla desde abajo, no desde los que la hacen, sino desde el punto de vista de los que la padecen.

¿Resulta más fácil ser escéptico a hechos consumados?

-Sí, por supuesto, las cosas hay que verlas siempre con perspectiva. Hay lectores que me preguntan por qué no cuento estos últimos veinte años de la política española.

¿Por qué no lo hace?

-Porque me falta la perspectiva. Tengo el título y creo que es bueno: De los presos políticos a los políticos presos.

Hay que abrir la Revolución Rusa partiendo de la monarquía imperante, los Romanov. En esos momentos había otras monarquías en Europa y no se llegó a revoluciones como esta que paralizó la Primera Guerra Mundial.

-Rusia es un país europeo, pero también es un país asiático. En el resto de Europa había otros tipos de monarquías, allí había una autocracia. Tienen una raíz y una influencia muy importante, la bizantina, que se transmite a través de la iglesia ortodoxa. Como país tienen dos capitales, San Petersburgo, una ciudad impostada de Europa, y Moscú con clara influencia asiática.

Siempre se ha hablado de la población rusa como un ejército de siervos del zar, pero también luego lo fueron del comunismo. ¿Tienen los rusos vocación de siervos?

-Nunca se han podido liberar. La servidumbre fue abolida a mediados del siglo XIX, aunque las circunstancias siguen siendo las mismas; pero de ser esclavos de unas circunstancias y de un zar pasan a ser esclavos de un Estado y de una nomenclatura comunista.

¿Para qué hicieron la revolución?

-No cambian la condición porque Lenin es un dictador, un autócrata y luego hay qué ver quién le sucede, Stalin. Considero que el comunismo es una religión, no es una ideología.

Ganaron los bolcheviques, pero había otra corriente más moderada, los mencheviques. ¿Qué hubiera pasado de haber ganado estos últimos?

-No lo podremos saber ya nunca, ganaron los bolcheviques, eso es irreversible.

El comunismo se ha apoyado en textos de Karl Marx, ¿de qué lado se habría situado el autor de ‘El capital’?

-Hay que empezar diciendo que este hombre jamás hubiera pensado en una revolución en Rusia. Sus ideas estaban pensadas para el mundo obrero de occidente.

Un mundo al que él no pertenecía.

-Karl Marx era un burgués que le hace un hijo a la criada y se lo endosa al amigo. Creo yo que hubiera estado más con los mencheviques que con los bolcheviques.

En una balanza: ¿peor Lenin que Stalin o peor Stalin que Lenin?

-A cada uno le toca momentos difíciles. Pero Stalin empeora todo lo que hace Lenin. Lenin no tenía escrúpulos, pero Stalin es peor que Hitler. Ganó la guerra y expandió su imperio a costa de las guerras en Europa y sacrificando a su pueblo hasta extremos difíciles de comprender.

Trotski era el tercero en discordia y podía haber sido un punto de equilibrio en esa Rusia dictatorial.

-Ese era un intelectual, era un hombre inteligente, no siempre sus apreciaciones eran acertadas. El entró por los Pirineos al País Vasco y pensó que los vascos eran unos indolentes. Pienso que con Trotski las cosas hubieran sido muy diferentes. Lenin se había dado cuenta de cómo era Stalin, pero las bazas las tenía él, que era el más político.

Quizá Lenin murió muy pronto.

-Sí. Pero tampoco él habría tenido una evolución mayor dentro del comunismo.

Estos días se han celebrado actos en recuerdo del bombardeo de Gernika, está el centenario de la Revolución Rusa... ¿Se convierten estos hechos políticos en recuerdos culturales con el paso del tiempo?

-Sí, nos basamos en los recuerdos. Pero constantemente nos recuerdan los historiadores que la Historia no está definitivamente escrita, cada generación escribe la suya.

¿Cuál es la situación del comunismo? ¿Es un enfermo terminal?

-El comunismo ha fracasado, ha muerto; ha fracasado como fracasa toda religión totalizadora.

¿Ha servido para algo?

-Si comparamos la vida del obrero del siglo XXI con la del siglo XIX, el tiempo donde surge el anarquismo y el comunismo, es muy diferente y sí ha servido de algo. Estos movimientos obligaron al liberalismo económico a ceder en sus posiciones para crear un estado de bienestar para la clase obrera.

¿Potenció la Revolución rusa la cultura?

-Igual que Franco, Mussolini o Hitler, la utilizó como propaganda política.

Una propaganda que fascinó en occidente.

-Cierto. Fascinó a los intelectuales occidentales, pero porque raramente visitaban esos países y cuando los visitaban ya se preocupaban de tenerlos bien atendidos.

Una propaganda cultural que fascinó a los miembros de la generación del 98 y también a los de la del 27.

-También Marañón y Ortega y Gasset, que no habían estado en Rusia, tenían idealizado al comunismo. Lo que les fascina es la idea, pero no saben realmente lo que es. Por eso digo que la visión que de Rusia, más tarde de la Unión Soviética, ha tenido el intelectual de occidente ha sido muy manipulada por la propia propaganda comunista.

¿Una degeneración del paraíso soviético?

-Es que nunca existió.

Cien años después, Putin en Rusia. ¿Qué representa?

-Es un autócrata. Eso es lo que da Rusia?

¿Les va en los genes rusos?

-Ja, ja, ja? Pienso que sí. Participan de Asia, esa autocracia la han tenido siempre, pero es muy difícil que funcione.

¿Tan poco ha evolucionado el género humano para que después de todo lo que ha contado la historia vivamos en el mundo en el que vivimos?

-Nada. Hemos evolucionado tecnológicamente y punto. Solo nos tenemos que fijar en un hecho, cómo embaucó Hitler, un hombre sin oficio ni beneficio, un vendedor de mantas, al pueblo alemán y, sin duda, era el pueblo más culto del mundo. Creemos que hemos evolucionado pero nuestra mentalidad y nuestros sentimientos no han evolucionado.