bilbao- Miguel Costas (Vigo, 1961) estuvo en Siniestro Total cuando cantaban Ayatolah!, Bailaré sobre tu tumba, No somos de Monforte o Sexo chungo. El gallego, que también pasó por Aerolíneas Federales y Los Feliz, celebra sus más de tres décadas de música con su último disco en solitario, No me cuentes tu vida (Warner). Lo presentará hoy, junto a sus éxitos, en el Satélite T de Bilbao. “Sigo igual, tocando dos acordes y dándolo todo”, asegura este mito del rock y punk estatal.

Aludiendo a uno de sus discos, ‘Costas is back’.

-Sí, este es ya el cuarto como Costas y el 26º de mi trayectoria. Creo que define el camino que vamos a seguir porque suena muy directo, con los mismos amplificadores que usamos en los conciertos.

Es usted duro de roer, tal y como canta también.

-(Risas). Pues sí. Tocar y cantar en los conciertos no me cuesta mucho, los disfruto, pero ir en furgoneta y todo eso? Cansa ya un poco más.

¿Será por la barriguita y la piel viejuna, a la que alude también?

-Bueno, la barriga va por temporadas y crece con la inactividad y la falta de conciertos. Con ellos me pongo al día.

Son más de 30 años en la brecha. Impensable para aquel punk adolescente en Vigo.

-Son 35 de mi primer concierto oficial ya. Con dos acordes y dándolo todo, de pueblo en pueblo y de bolo en bolo (risas).

Y sin rendirse jamás.

-Ese tema va dedicado a mi banda, que me acompaña desde hace 10 años.

Ha vuelto a engañar a una multinacional.

-No tengo ni idea de cómo (risas). El anterior, Alguien tenía que hacerlo, salió de manera independiente y fue bien. Luego me llamaron de Warner y dijeron que iban a apoyar este disco, así que confié en ellos. Para volver a hacerlo uno mismo siempre hay tiempo.

En sonido se nota un avance evidente.

-Está grabado en dos estudios, en Galicia y Madrid. El anterior se hizo en un estudio pequeño y sin medios.

El título destila ironía, como siempre.

-(Risas). Es que veo a la gente muy parada y haciendo poco por resolver los problemas. Yo hago música para olvidar esos problemas, es un divertimento. No busco romper la cabeza a nadie sino pasar un buen rato. Nosotros y el público.

El disco se abre con ‘Bestia’ y se cierra con ‘Old, wild & free’. La verdad es que no se puede ser más claro.

-Podría decirse así. La primera tiene que ver con que soy padrino de un refugio de animales en Cambados; la última la ha hecho el guitarra del grupo, que es más viejo y salvaje que yo.

Hace usted rock kamikaze y hard, muy de los 70.

-Sí, hay riffs muy AC/DC y hemos plagiado también a The Who, Nirvana, Motorhead? Es un disco sin florituras, sin violines, arpas ni la orquesta sinfónica de turno. Lo más directo posible.

Temas como ‘Yo qué sé’ recuerdan al espíritu de Siniestro Total.

-Puede ser, es mi forma de entender la música y soy fiel a ella. Ellos tomaron otros derroteros musicales pero yo no soy de experimentar y evolucionar. Con sonar bien y directo?

Vamos, que de electrónica? nada de nada.

-Bueno, hago cosas ¿eh? Pero en casa, cuando me aburro.

Titula una canción ‘Botellón’. No lo hará ya, a su edad.

-El tema está ahí y la canción, también. La hemos grabado a petición popular porque tiene seis años.

¿Cómo trabaja esas letras tan divertidas?

-Primero me tienen que hacer gracia a mí. No busco el chiste sino la ironía. Es que si no te tomas todo un poco a risa estaríamos deprimidos siempre. Ahora hay mucha información y se ve lo que pasa.

Hay más música que nunca pero poca pasta para el músico.

-Pretendo que el disco me dé para grabar otro y poder seguir tocando. El mercado está saturado de oferta y los medios apoyan a productos más que a artistas. Hay también muchos conciertos sin apenas gente y faltan programas en la tele. El rock sigue maltratado, hacemos lo que podemos.

¿Iría a un programa de televisión como ‘A mi manera’, en el que han participado Erentxun, Marta Sánchez y compañía?

-Claro, así luego me irían a ver a los conciertos. Pasó con Obús cuando Fortu apareció en varios programas. A mí me meten en una casa con ese tipo de artistas y lo íbamos a pasar bien (risas).

¿Tirará de clásicos en Bilbao?

-La gente los pide y no hay manera de librarse de ellos. Y estoy logrando renovar a la gente, ya que vienen los de mi quinta pero también chavales. Ayuda a continuar ver que no haces música del pasado.