A principios de los 80, antes de la llegada arrolladora del rock radikal vasco, Euskadi también contaba con una escena musical moderna que miraba con admiración a los movimientos emergentes en los países anglosajones. En el caso de Bizkaia despuntaban Médanos de Singapur, Lavabos Iturriaga, Los Santos y Cómo Huele!. Los últimos, un dúo formado por Borja López de Guereñu y Javier Maculet, solo editaron un disco, Romances y aventuras, un trabajo pionero y de culto que ahora reedita Subterfuge, 32 años después y con inéditos. Los vizcainos lo mostrarán, el próximo sábado, en directo en la sala Satélite T de Bilbao.

Cómo Huele! surgió a principios de los 80 como “un grupo orgánico” y acabó a mediados de la década como un dúo (Borja y Javier) de corte “experimental” cuya tercera pata era una caja de ritmos. Todo fue fruto de la efervescencia de la época y de la inocencia juvenil. “Lo recuerdo todo como muy inocente”, explica a DEIA Borja, cantante y autor de unas letras que parió con “17 o 18 años”.

El momento en el que surgió Cómo Huele! estuvo marcado por una explosión creativa irrepetible, en el que cada día aparecía un grupo distinto y cada dos semanas, un movimiento novedoso. Borja lo refrenda y recuerda que el mítico repertorio de su disco, hasta ahora descatalogado, surgió como un reflejo de los grupos que escuchaban, muchos de ellos ingleses, de The Clash a Joy Division y New Order, y otros estatales, como la saga Pegamoides / Dinarama, Décima Víctima, Parálisis Permanente o los primeros Gabinete Caligari.

“Compusimos y grabamos escuchando mucha new wave y grupos de sonidos muy oscuros. Si el disco hubiera salido dos años antes, habría sonado más punk. Fue un disco del momento, época en la que la gente cantaba en su lengua materna, al contrario que ahora. Época, por cierto, que la gente joven que nos escucha y conoce nos suele decir que tuvimos mucha suerte de vivir”, explica Borja.

Romances y aventuras fue el único disco editado por el dúo (sello Ganga), ahora rescatado por Subterfuge en una edición en vinilo limitada de doscientas copias. Cuenta con canciones centradas “en el amor”, a veces platónico y no consumado, que alternan el rock oscuro con el funk y la electrónica del momento. La rockabilly El chico de los ojos salvajes es la única canción original no incluida en la reedición, que destaca por sus tres inéditos, rescatados de una maqueta perdida (Borja la olvidó tras entregársela a un amigo) y que ofrecen un sonido más crudo, oscuro, orgánico y guitarrero. Todo lo que hay que saber suena asfixiante pero bailable, a lo Dinarama y con un fondo de crítica a los gobiernos; en Romances y aventuras priman las guitarras y un estribillo claro; y Escondido entre las olas suena a Caginete y Parálisis.

reedición y un directo “Yo soy coleccionista de vinilos de soul y no me gustan las reediciones”, explica Borja. Solo la aparición de la maqueta (“y su calidad razonable”) entregada a Alejandro Artetxe con sus tres inéditos le hizo dar el sí a Subterfuge, que abogó también por presentarlo con un concierto, “exclusivo en principio”, en Bilbao, en la sala Satélite T, el próximo sábado.

Javier, que provocó la separación del dúo tras su marcha a Barcelona por motivos laborales antes de grabar un EP posterior, ha pasado dos fines de semana en Bilbao para ensayar. “Se ha entregado. Vamos a ser el dúo, un bajista y lo que antes hacía la caja de ritmos, ahora lo hará un ordenador”, indica Borja, que adelanta una mejora sonora. “Tendrá una gran calidad, me ha impresionado el trabajo de Javi”, explica el cantante, hombre “nervioso”, con facilidad para la afonía y que tiene que “memorizar las letras 32 años después”.

El concierto de Bilbao tiene visos de ser “único e irrepetible” aunque han recibido ofertas de Madrid, Barcelona, Valencia? “Tendrían que ponerlo muy fácil para aceptar debido a motivos laborales y familiares. Ya no estamos en este circuito”, indica Borja. No así su compañero, que en Barcelona trabaja en el proyecto Concomitance. “Es curioso, pero hemos visto que nos unen más cosas de las que nos separan. Le ayudaré en algún proyecto, siempre ligado a la pista de baile”, concluye.