ABADIÑO, localidad de la comarca del Duranguesado, es una gran desconocida para los vizcainos, incluidos sus propios habitantes, como prueba el concurso en euskera organizado por el Ayuntamiento entre sus escolares para dar a conocer sus barrios y parajes. Y no debería ser así, ya que el pueblo, teñido de un verde natural que invita a realizar varias rutas, incluye bellos edificios como la Torre de Muntsaratz y linda con el Parque Natural de Urkiola.
Los ríos Ibaizabal y Urkiola sangran con sus aguas Abadiño, localidad rodeada por unos montes que visten sus fotografías de un atractivo verdor. Fotografías suelen hacer muchas los visitantes, impresionados ante edificios que albergan una larga y rica historia en sus cimientos. El más demandado es la Torre de Muntsaratz, que data del siglo IX y una de las edificaciones renacentistas más importantes de su género.
No le va a la zaga otro monumento, la casa de Astola, que fue centro de actividades políticas y administrativas, como la sede de la Merindad de Durango y hoy alberga a varias asociaciones de la comarca. La recomendación del Gobierno vasco relativa a Abadiño está fuera del núcleo urbano y es el cercano Parque Natural de Urkiola, donde el amante de la naturaleza quedará impresionado por sus montes, sus robledales, hayedos y fresnos. Y el amante de los edificios, por su famoso santuario.
Quien disfrute del paseo y las rutas cuenta en Abadiño con bellos parajes que circundan la localidad. Y da igual si opta por las zapatillas, los pedales o, incluso, si gusta de montar a caballo. La primera de las rutas que aconsejan desde el Ayuntamiento se denomina Senda mágica y conecta Abadiño con Mañaria. Arranca en el Santuario de Urkiola y permite disfrutar del valle de Mendiola, el desfiladero de Atxarte, los cresteríos calizos que caracterizan al parque, el baserri Gatzagieta (cuyo calero acaba de ser reconstruido) y la ermita del Santo Cristo de Atxarte. Estos cinco kilómetos se cubren en apenas hora y media.
También conviene recorrer la bien conservada calzada de piedra entre Zelaieta y Mendiola. Son apenas siete kilómetros, su grado de dificultad es mediano y se tarda dos horas y media, aproximadamente. La calzada data de 1855, aunque su trazado es anterior, pues es la reparación de otra más antigua. En su trayecto se disfruta de una bella panorámica del valle que forma el río Zumelegi, la barriada de Mendiola o la cueva de Bolinkoba.
También se pueden realizar los dos itinerarios didácticos que ofrece el parque de Urkiola: Mirando a la Dama de Amboto, que se completa en una hora y es apto para cualquiera, y Por los caminos de Atxarte, que plantea un itinerario por los barrios más desconocidos. Y comer y alojarse no resulta difícil. ¿Ejemplos? Del albergue de montaña de Urkiola a agroturismos como Murueta Baserri o el Hotel Zelaieta, pasando por bares como Lagun Toki o restaurantes como Taberna Zarra o Milikuena.