Martin-Etxebarria gana el concurso de ‘batutas’ de Tokio

BILBAO - Otra buena noticia para el mundo sinfónico vasco. Y una vez más, llega del extranjero, donde se refugian muchos de los grandes valores de nuestra cantera. En esta ocasión, el destacado ha sido un joven director de Amurrio, Diego Martin-Etxebarria, que se ha hecho con el primer premio del Concurso Internacional para Dirección de Orquesta de Tokio, un certamen de carácter trianual.

Además, el alavés ha obtenido el Premio Especial Hideo Saito Award y el Asahi Award de este concurso celebrado en el Tokyo Opera Hall, que ha llegado este año a su decimoséptima edición. El director vasco se impuso a 239 candidatos de 29 países, de los que 18 participaron en las rondas preliminares en la capital de Japón y solo cuatro pasaron a la ronda final. El jurado destacó la intensa conexión de Martin-Etxebarria con la New Japan Philharmonic y la versión que ofreció de la Quinta Sinfonía de Piotr Ilitch Tchaikovsky y las Variaciones sobre un tema de Haydn de Johannes Brahms.

Diego Martin-Etxebarria, de 36 años, es uno de los jóvenes talentos de la cantera vasca, aunque ahora reside en Berlín. Martin-Etxeberria estudió música en los conservatorios de Amurrio y Gasteiz, y se graduó en dirección de orquesta en la Escola Superior de Música de Catalunya. Becado por la Fundación Humboldt, La Caixa-DAAD y la AIE, ha cursado estudios de posgrado en dirección de ópera en las Hochschulen de Weimar y Dresden, así como en la Academia Chigiana de Siena. También ha sido alumno de maestros como David Zinman, Jesús López Cobos, Bruno Aprea o Lutz Köhler.

Director musical de la Euskadiko Ikasleen Orkestra en 2007 y 2008 y de la Akademisches Orchester Freiburg entre 2010 y 2012 (ganó el concurso para director titular), en los últimos años Martin-Etxebarria ha sido invitado por numerosas orquestas como las Sinfónicas de Bilbao, Euskadi, Galicia y Tenerife, la Orquesta Ciudad de Granada y la Camerata Variabile de Basilea, entre otras. En breve, el alavés realizará una gira de conciertos por Japón, durante la cual dirigirá, entre otras, la Osaka Philharmonic Orchestra, la Nagoya Philharmonic Orchestra y la Yomiuri Nippon Orchestra.

Martin-Etxebarria es hogareño, aunque ahora le toca viajar, y aboga por “normalizar la música clásica como experiencia”, como forma de ocio, para que tenga el lugar que le corresponde en la sociedad.