Donostia - Del 1 al 30 de agosto, la edición número 76 de la Quincena Musical ofrecerá otras tantas propuestas en nueve ciclos que tendrán lugar en 22 localidades, no solo en Donostia y Gipuzkoa, sino también en Gasteiz, Nafarroa e Iparralde.

En la presentación oficial celebrada ayer en el foyer del Kursaal, el director del festival, Patrick Alfaya, destacó que este año habrá cinco programas exclusivos que solo podrán disfrutarse en la Quincena. Es el caso de las dos funciones de la Mahler Chamber Orchestra, que el 1 de agosto interpretará obras de Prokofiev, Beethoven y Mozart, y al día siguiente, la Misa en do menor de Mozart. “Es una de las misas más difíciles que hay porque el coro pasa 55 minutos cantando sin parar”, advirtió el responsable de un certamen que ha hecho “un esfuerzo muy importante” para producir este montaje.

Si en la edición anterior fue el coro Easo el que tuvo la oportunidad de actuar con intérpretes de renombre internacional, esta vez tal honor corresponderá a Andra Mari Abesbatza, que cantará con la Mahler Chamber Orchestra que fundó Claudio Abbado, “una de las más importantes del mundo”. “De estas colaboraciones pueden surgir futuras invitaciones para los coros guipuzcoanos”, señaló Alfaya. También serán exclusivas las anunciadas actuaciones de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia el 26 y 28 de agosto, y una de las dos funciones de la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, que el día 18 abordará extractos de Romeo y Julieta y Alexander Nevsky, ambas de Prokofiev, con el Orfeón Donostiarra.

Dos óperas Una docena de funciones estarán dedicadas a José María Usandizaga (1887-1915) en el centenario de su muerte, con Mendi-Mendiyan como principal atractivo. La primera ópera escrita por el compositor donostiarra tiene libreto en euskera y se estrenó en Bilbao en 1910. El 22 de agosto se representará en el Kursaal en versión concierto y contará con la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) y Easo Abesbatza como protagonistas. Arantza Ezenarro y Miguel Borrallo encarnarán a Andrea y Joshe Mari, protagonistas de una historia que evoca el modo de vida de un grupo de pastores entre los que se desata una tragedia provocada por los celos y la envidia.

En un inicio la idea era ofrecer la ópera en versión escenificada, pero resultó imposible. También fue difícil “recuperar la partitura”, pues existía solo “un manuscrito y una grabación en muy malas condiciones”, lo que obligó a una labor de reconstrucción a base de “retales”. Tras meses de trabajo y con el apoyo económico de Donostia 2016, la partitura está recuperada y descansa en el archivo Eresbil a disposición de quien desee utilizarla de manera gratuita.

Como ya se anunció, la ópera escenificada de esta edición será Tosca, de Puccini, que no se veía en la Quincena desde 1962. Esta producción del Liceu de Barcelona contará con la tolosarra Ainhoa Arteta en el papel protagonista y Miguel Ángel Gómez dirigirá a la OSE, con quien la Quincena ha incrementado su colaboración. Según dijo Alfaya, se ha hecho un “esfuerzo titánico” para traer este montaje de “gran presupuesto” cuyo tercer acto ha sido diseñado “a medida” para que la escenografía quepa en el escenario del Kursaal el 13 y 15 de agosto.