Arriaga, 125 años después
El 22 de diciembre de 1914 las llamas calcinaron el teatro bilbaino
SOBRE los teatros pesa una terrible maldición que asegura que para tener una verdadera historia tienen que sufrir un incendio. El Arriaga no podía ser menos. En la madrugada del 22 de diciembre de 1914 las llamas calcinaron el teatro bilbaino, un suceso que conmocionó a los bilbainos dela época. No hubo víctimas, ya que los equipos de rescate consiguieron sacar con vida a las cuatro personas que vivían en el edificio, pero el incendio resultó devastador. Incluso se barajó la posibilidad de no reconstruirlo y se llegó a pensar en derribarlo.
Nunca se conocieron las causas del siniestro, aunque unos lo atribuyeron a un cortocircuito y otros, a un cigarro o a una vela mal apagada en la guardarropía. Incluso hay quienes, como el escritor Carlos Bacigalupe, opinan que fue provocado.
Aquel desgraciado incidente no empañó la carrera teatral del Arriaga, que el domingo cumplirá 125 años desde que fue inaugurado con la ópera La Gioconda, de Amilcare Ponchielli. Había costado cinco años de obras y un millón de pesetas, pero conjugaba a la perfección su decoración clásica con los últimos adelantos tecnológicos del momento. Dicen las crónicas sociales que la noche del estreno, la iluminación eléctrica deslumbró a los bilbainos con más fuerza incluso que la ópera escogida. Además, los aficionados pudieron seguir las primeras actuaciones musicales desde casa gracias al teléfono, en unas audiciones que costaban 15 pesetas. Los bilbainos denominaron al teatro como Casa de Maternidad, por los generosos bustos que exhibían las muchas cariátides de sus cuatro fachadas, a la altura del primer piso.
Tras el incendio, el proceso de reconstrucción se convirtió en un auténtico desencuentro entre las partes implicadas. En algún momento se llegó incluso a decretar el derribo de las obras ya ejecutadas. Al final, el Teatro Arriaga fue reedificado, según proyecto de Federico de Ugalde, sobre su misma estructura. El 5 de junio de 1919 fue inaugurado el edificio que hoy contemplamos, con la representación de la ópera Don Carlo, que fue llevada a escena por la compañía de Ercole Casali.
En 1983 fueron las lluvias torrenciales las que estuvieron a punto de acabar con el recinto. El 26 de agosto se desbordó la ría y el agua, que inundó el Casco Viejo y otras zonas próximas, ocupó buena parte del teatro, destrozando todo lo que se oponía a su paso. Las nuevas obras fueron dirigidas por Francisco Hurtado de Saracho, que recuperó el interior con una decoración de la época, en la línea de la Ópera de París. Se eliminaron los locales comerciales y de recreo y se incorporó la nueva escalera central imperial. También desapareció la balconada de hierro colado. El 5 de diciembre de 1986 el teatro reabrió sus puertas.
en escena Plácido Domingo, Montserat Caballé, Hariclée Darclée (una gran soprano de finales del siglo XIX y primeros del XX), Joaquín Achúcarro... En estos 125 años, ¡cuántos artistas de la danza, la ópera, la zarzuela, el teatro o la canción han pisado su escenario! ¡Cuántas generaciones de bilbainos han calentado sus butacas mientras daban rienda suelta a la risa, la emoción y el aplauso! Figuras y personalidades de la cultura, algunas de ellas estrellas muy importantes a nivel mundial, han gozado a lo largo de su trayectoria artística de la oportunidad y del honor de subirse a este escenario.
Los hitos artísticos del Arriaga son innumerables. El último, la producción de El juez (Los niños perdidos), que supuso además el retorno del tenor Josep Carreras a la ópera escenificada tras más de diez años de ausencia. Con la dirección escénica de Emilio Sagi, actual director artístico del Arriaga, el gran estreno tuvo lugar el 26 de abril de 2014 y a él acudieron personas de 23 países de todo el mundo. Además, la obra ha sido representada en Austria y en Rusia.
“Son 125 años de magia en escena, de vivencias personales y compartidas que bien merecen un recordatorio especial”, opinan los responsables del teatro, cuya propiedad pasó a manos municipales en 1978. Por ello, el domingo el telón del Arriaga volverá a alzarse para acoger, a la misma hora que hace 125 años, las 20.00 horas, un espectáculo que reunirá a un numeroso elenco de artistas muy conocidos de nuestra escena, algunos de ellos de prestigio internacional, entre los que figuran cantantes, actrices y actores, figuras de la lírica, de la danza, escritores...
Obviamente, la historia del Arriaga cobrará un peso importante. Los artistas ofrecerán actuaciones sobre un escenario que contendrá elementos que recordarán a diversas producciones propias del teatro bilbaino que cosecharon un éxito importante. La gala estará presentada por Sagi, acompañado por dos versátiles actrices vascas como son Guru-tze Beitia y Enriqueta Vega. El Teatro Arriaga y, por tanto, Bilbao están de celebración.