EL Café Iruña lleva más de un siglo ofreciendo sus servicios hosteleros en un establecimiento con categoría de “monumento singular”.

En una ubicación inmejorable, en los jardines de Albia, su interior, de 300 metros cuadrados, es una joya decorativa, con singulares detalles de inspiración mudéjar, resaltada en la calidad de sus azulejos, con techos policromados y pinturas murales que adornan sus paredes. Todo ello crea una ambiente sin par en el Bilbao del siglo XXI.

El Café Iruña abre todos los días del año, comenzando con el servicio de desayunos, para seguir con el aperitivo, el menú del día, el picoteo y las raciones de la tarde-noche y acabar con las cenas.

Además, en una apuesta reforzada por la gastronomía, ahora potencian el servicio de cenas ofreciendo menús de cena y de Navidad, y una carta de cena especial con platos eleborados, además del menú del día y la carta de mediodía. Elaboraciones que sirven en sus comedores, cómodos, acogedores y con un valor arquitectónico de alto rango.

Entre horas, sus pintxos son también un deleite para el paladar. En concreto, su especialidad son los morunos de toda la vida y los famosos serranitos. Precisamente, la barra de pintxos para la tarde-noche, calientes y fríos, se está viendo notablemente mejorada para responder a las demandas de una clientela exigente.

Por cierto, quienes opten por un café especial tienen en el Iruña uno a la altura de los prestigiosos premios que le han concedido. Ya por la noche es también un punto de encuentro ideal en un entorno de gran ambiente en Bilbao, especialmente los fines de semana.