Bilbao - “¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”, se preguntaba el pintor Vincent Van Gogh. Quizá este mismo interrogante es el que también se formularon los autores que han expuesto sus obras hasta hoy en la Sala Luis de Ajuria de Caja Vital de Gasteiz la primera vez que cogieron un pincel.

Tras tener los arrestos para probar con algo nuevo, ese trabajo se ha transformado en más de treinta obras que cubren las paredes de este espacio y que nadie imaginaría que han sido realizadas por 24 pintores de ámbito mundial pertenecientes a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. Una organización internacional que pretende reflejar que, con esfuerzo y constancia, el ser humano puede superar todas las adversidades.

“Con esta exposición pretendemos demostrar a toda la sociedad que una persona puede tener una discapacidad muy severa y muy seria, pero con mucho esfuerzo y sacrificio puede llegar a realizar obras de la misma categoría que la de cualquier pintor profesional con las manos”, explica Ricardo Charfolé, máximo responsable estatal de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. Hoy en día la Asociación cuenta con casi 900 miembros repartidos por todo el mundo y, concretamente, con 27 artistas discapacitados en el Estado español, sumando a miembros y becarios.

Los becarios de esta asociación reciben una beca mensual con el objetivo de que mejoren su nivel artístico. “Es un importe con el que pueden olvidarse de sus problemas económicos y dedicar parte de esa beca a su formación artística”, explica Charfolé. La Asociación no está cerrada, sino que está constantemente buscando nuevos talentos entre personas discapacitadas. Puede pertenecer a ella cualquier persona que haya perdido el uso de las manos y que pinte sujetando el pincel con la boca o con los dedos de los pies.

La edad tampoco es un impedimento para pertenecer a la Asociación. Un ejemplo de ello es Lorenzo Higueras. Tiene 14 años y es el miembro más joven de todo el Estado español. Nació en Cuenca y padece de artrogriposis múltiple desde su nacimiento, que le ocasiona una malformación total e invalidante de sus articulaciones. Sin embargo, pinta desde que tenía tres años, algo que le apasiona y con lo que ha desarrollado su creatividad. “Mi profesora se dio cuenta de que yo pintaba muy bien y me animó a entrar en la Asociación, y estoy muy contento. En ella he conocido mucha gente”, dice el joven. Pinta todo lo que le gusta: paisajes, bodegones, flores... “Me gustaría hacer también retratos, pero lo dejaré para mas adelante. Veo que todavía no estoy preparado y creo que es algo mas complicado”, confiesa. “A la hora de exponer mis cuadros siento esa duda de si a la gente les gustará o no o qué pensarán, pero creo que la mayoría de las personas se sorprenden muchísimo con nuestras exposiciones”.

Realismo El estilo realista es el que más predomina entre los artistas que componen la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, pero entre todos cubren la mayoría de las tendencias actuales. “Tenemos artistas que pintan cuadros abstractos, autores que hacen puntillismo, cubismo, artistas que se han decantado por el impresionismo... También hay creadores que se especializan en acuarela, óleo y otros en dibujo”, puntualiza Charfolé. “El proceso de realización es mucho más difícil, pero al final llegan a la misma calidad, aunque con muchas más horas de trabajo detrás”, explica el máximo responsable del Estado.

Entre los miembros de la Asociación hay casos muy distintos, tal y como cuenta Charfolé: “Hay algunos que han nacido ya con la discapacidad, es decir, usan la boca o el pie para sus labores cotidianas prácticamente desde que han nacido, y por ello tienen quizá más facilidad que los que han tenido un accidente o una enfermedad sobrevenida. Lógicamente a estos les cuesta muchísimo más”.

Sin embargo, introducirse en el mundo de la pintura supone para ellos un cambio positivo en sus vidas. “Gracias a la pintura se sienten vivos. No podría definirlo de una manera mejor. Antes de pintar, algunos de ellos eran personas que no se sentían útiles. Eran completamente dependientes, pero ahora tienen algo a lo que dedicarse. Tienen unos ingresos y pueden mantener a sus familias. Es lo que les anima a seguir viviendo”, matiza Charfolé, quien lleva más de veinte años en la Asociación. Para él, quienes entran “tienen un cambio brutal en su vida, se obsesionan por la pintura, se dedican en cuerpo y alma a esto”. Además, establecen relación entre ellos y comparten experiencias. “Es gente que tiene otras muchas limitaciones para hacer otras cosas, y cuando ven algo que les atrae y les llena se dedican a ello al cien por cien. Les cambia la vida económicamente, pero también psicológicamente”, concluye.

Presentes estas semanas con una exposición en la Sala Luis de Ajuria de Caja Vital en la ciudad de Gasteiz en la que han reunido a las obras de 24 artistas: 22 de ámbito internacional (Alemania, Japón, Estados Unidos, Finlandia, China, Suiza, Sudáfrica, Reino Unido, Dinamarca, Israel, Italia, Francia y Bélgica), y otros dos nacionales (Manuel Parreño y Cristóbal M. Toledo), la Asociación se plantea seguir realizando exposiciones por todo el Estado.

Uno de los motivos principales de recorrer más ciudades es que les conozcan y se unan a ellos otras personas que se encuentren en esa situación, que no puedan usar los brazos y que quieran aprender a pintar con la boca o el pie.

El origen La historia de esta Asociación comenzó cuando el pintor Erich Stegmann creó en 1957 la fundación junto a otros artistas minusválidos físicos de ocho países diferentes. Lo hizo con el objetivo de que todos ellos se ayudaran mutuamente y decidió llamarla Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. Precisamente una de las premisas con las que Stegmann creó la Asociación fue la de rechazar la caridad, ya que el objetivo de los miembros es el de poder vivir exclusivamente de su esfuerzo y de sus trabajo, a través de la aceptación y reconocimiento de sus obras artísticas.

Desde que era niño este creador alemán, víctima de la poliomielitis, quedó privado del uso de sus manos. Fue entonces cuando comenzó a forjarse una carrera como pintor con la boca, y lo consiguió, siendo un autor muy reconocido en Alemania. Hoy en día su iniciativa está presente en 74 países y cuanta con casi 900 miembros, aunque la Asociación continúa buscando nuevos talentos que se unan a este proyecto.