Enkarterri, la comarca más occidental de Bizkaia, no tiene la prensa que se merece. Las Encartaciones cuentan con 15 municipios, entre ellos el más pequeño (Lanestosa) y el más extenso (Karrantza) del herrialde, además de Balmaseda, la primera villa vizcaina. También ofrece parajes verdes, costa y playa, vestigios arquitectónicos del pasado como el Castillo de Muñatones y Torre Loizaga, el Museo de Encartaciones o el Boinas La Encartada, buenos restaurantes, la cueva Pozalagua y hasta txakoli, lo que hace más que atractiva una escapada familiar.

A pesar de sus numerosas ofertas turísticas, su variado y rico patrimonio cultural y monumental, y del privilegiado enclave natural de Enkarterri, es una de las comarcas más desconocidas de Bizkaia. Pura historia, como confirma “el rebollo del concejo”, en el área de San Miguel de Linares, y la Casa de Juntas, donde el visitante se retrotrae a los tiempos en los que nuestros antepasados tomaban las decisiones bajo un viejo roble. También plantean viajes al pasado las diversas Casas de Indianos y las Casas-Torre de la comarca, y para ahondar en las tradiciones nada mejor que visitar el Museo de Encartaciones, en Abellaneda (Sopuerta). La entrada al edificio más emblemático de la comarca ayuda a conocer su historia de manera amena.

La historia, ligada a la economía de Enkarterri, también pervive en el Museo de la Minería del País Vasco, en Gallarta. Una visita guiada ayuda a conocer, a través de la maquinaria y la documentación expuesta, las antiguas explotaciones del hierro y su importancia en el despunte de Bizkaia y Euskadi entre los siglos XIX y XX. Y algo parecido sucede con Boinas la Encartada Museoa -situada en Balmaseda, ofrece máquinas de finales del siglo XIX destinadas a trabajar la lana, y las txapelas, principalmente-, el catálogo de Rolls Royces que alberga la Torre Loizaga de Galdames o el Castillo de Muñatones, fortaleza constituida como uno de los elementos más importantes del patrimonio arquitectónico vizcaino, sito en el barrio San Martín de Muskiz y que puede visitarse los domingos.

Enkarterri también ofrece varias propuestas de corte más lúdico, como visitar la cueva de Pozalagua, en Karrantza; pasear por Itsas Lur, antigua vía de tren que permite disfrutar de los acantilados desde Pobeña; o visitar la Ferrería El Pobal (gratis hasta el día 25), la iglesia gótica de San Severino de Balmasedal, la ermita de Santiago en Galdames o la Casa de Indianos de Gordexola.

Y si la salida cuenta con niños, nada mejor que disfrutar de los animales de Karpin Abentura, los juegos en árboles de Sopuerta Abenturea, tomarse un respiro en el parque Arenatzarte (Güeñes) o pasear por Monte Kolitza, uno de los bocineros del herrialde. La comarca también permite darse un baño en la playa La Arena (Muskiz) o relajarse tomando algo durante la visita a las Bodegas Virgen de Lorea (Zalla), picando en Pintxo i Blanco (Balmaseda), comiendo en restaurantes como Mendiondo, (Sopuerta) o Aretxaga (Zalla) o visitando las tiendas de muebles sitas en la zona.