SALMO 14-2: "El Señor observa desde el cielo a los seres humanos, para ver si hay alguien que sea sensato, alguien que busque a Dios". De sensatos no anda sobrado el mundo, pero aún quedan quienes miran al cielo, más allá de la exosfera, buscando el aliento que les falta en la Tierra. El cine no iba a ser menos y en cuanto los hermanos Lumiére comenzaron a proyectar los primeros fotogramas, la Biblia y sus pasajes empezaron a formar parte de aquella aventura incipiente.

Hay cierta polémica en el génesis de este abrazo histórico. Algunos apuntan a los mismísimos Lumiére, cuando en 1897 quisieron representar la vida de Jesús en una serie de trece estampas a las que llamaron La Vie et la Passion de Jésus, pero hay quien rebate la idea diciendo que eso no es cine y asegura que la primera película sobre el libro sagrado fue La Passion du Christ, de Kirchner Albert, fotógrafo y director de películas religiosas y pornográficas. Eso sí, los historiadores coinciden en que estos esfuerzos primigenios eran más pictóricos que narrativos.

Hubo que esperar a la serie La Vie et la passion de Jésus Christ (Vida y pasión de Jesucristo, 1905), del francés Ferdinand Zecca, para que se diera el salto definitivo: en este filme se enseñaban 37 cuadros coloreados y la proyección duraba 44 minutos. Zecca ya lo había intentado antes en Samson et Dalila (1903), elaborando quince minutos curiosos.

Este comienzo renqueante dio paso a un aluvión de versiones -mudas y sonoras- sobre otros tantos pasajes del libro de los libros, pero los primeros largometrajes que calaron entre el gran público llegaron de la mano de un productor y director estadounidense: Cecil B. DeMille, que dejó Rey de reyes (1927) y Sansón y Dalila (1949), además de dos versiones de Los diez mandamientos (1923). La más famosa y aclamada fue la que protagonizó Charlton Heston (1956), la séptima película más taquillera de todos los tiempos. Para la época, rodar la escena del paso del Mar Rojo fue todo un prodigio técnico.

Más adelante y a la sombra del péplum nacieron otros trabajos como Salomé (1953), de Willaim Dieterle, Ben-Hur (1959), de William Wyler, Salomón y la reina de Saba (1959), de King Vidor, Barrabás (1961), de Richard Fleischer, o Sodoma y Gomorra (1962), de Robert Aldrich, por citar solo algunos. A partir de los 60 habría que mencionar también otras cintas, como la versión de Nicholas Ray de Rey de reyes (1961), La más grande historia jamás contada (1965), o La Biblia (1966) de John Huston.

'noé' y 'exodus' Y así llegamos hasta nuestros días, con un Russell Crowe poderoso y barbudo encarnando a Noé y al atractivo y contestatario Christian Bale en el papel de un jovencísimo Moisés (Exodus).

La primera de las películas, dirigida por Darren Aronofsky, llegó a nuestras pantallas hace diez días y está teniendo una acogida desigual. El director de Cisne Negro se aferra a los pocos párrafos que la historia de Noé ocupa en el Libro del Génesis para armar dos horas de catastrófica odisea. El citado pasaje es tan escueto como inquietante: "En ese entonces había gigantes sobre la tierra" (sexto capítulo del Génesis).

Una segunda película se asomará al universo bíblico antes de que concluya 2014. Se trata de Exodus, nueva aproximación a la historia de Moisés y a la liberación de los judíos de Egipto. Bale será Moisés y Joel Edgerton interpretará el papel de Ramsés. También participarán Sigourney Weaver, Turturro, Ben Kingsley, Aaron Paul y la española María Valverde. El filme, que debería estar listo para finales de 2014, cuenta con guion de Steven Zaillan (La lista de Schindler) y lo dirige Ridley Scott.

Hay más de cien versiones dedicadas a Jesús de Nazaret, no en vano es uno de los personajes más interpretados en el cine. Ya a finales del siglo XIX se firmaron diversas obras en Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, de la mano de gente como Georges Hatot, Louis Lumière o Henry C. Vincent. Pero para que una narración fílmica en condiciones abordara el personaje, hubo que esperar hasta la primera adaptación de la novela Ben-Hur, rodada en 1907. Esta producción de Sidney Olcott se inspiraba en un montaje teatral que se representó en Broadway, en 1899. Pero los cinéfilos de finales del siglo XX y principios del XXI se acordarán de intentos más recientes, como La vida de Brian (Terry Jones, 1979), La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988) o La Pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004).

La última película que aborda el personaje de Cristo se ha estrenado en febrero de este mismo año. Se trata de Son of God (Hijo de Dios), dirigido por Christopher Spence.