sitges. El cineasta madrileño Jorge Dorado, que ha debutado en el Festival de Cine de Sitges en la sección competitiva con su primer filme, Mindscape, ha dicho que pertenece a una generación de directores que han "perdido el miedo a hacer cine para el mundo". La trama de Mindscape gira alrededor de un especialista en introducirse en los recuerdos de otras personas, una habilidad que puede ser utilizada en juicios como una prueba equivalente, aunque más eficaz, que el polígrafo. A partir de esa premisa, el protagonista, John Washington (Mark Strong) se enfrenta al caso de una adolescente, Anna (Taissa Farmiga), en huelga de hambre, que o bien es una persona afectada por una experiencia traumática de la infancia o bien es una brillante sociópata.

La película confirma la tendencia de que la industria del cine español, en crisis interna por la subida del IVA y por los recortes de las ayudas públicas, se ha visto abocada a buscar el mercado exterior, como muchos otros sectores económicos locales. En Sitges, Mindscape se suma a otras producciones estatales de corte internacional, con equipos técnicos españoles y actores anglosajones, como Grand Piano, The Returned o Hooked Up. "Somos una generación de directores que hemos perdido el miedo a hacer películas para el mundo y utilizamos como puente a Guillermo del Toro y Jaume Collet-Serra", señaló Dorado en la presentación de su película, que se rodó en Barcelona, Canadá y Francia, un signo más de esa internacionalización.

generación spielberg Esa visión no ha hecho que Dorado haya perdido el mundo de vista y sigue tocando con los pies en el suelo: "Me veo todavía como un director de cortometrajes que ha hecho su primera película; y con mis cortos he ido encontrando una voz propia, que se sitúa en el thriller con elementos de terror, muy basado en los personajes". Al igual que ya dijera días atrás Eugenio Mira, autor de Grand Piano, Dorado se confiesa de "una generación que ha crecido con el cine de los 80 y 90, con Spielberg con Los Goonies de Richard Donner, con La zona muerta, Atracción fatal, El sexto sentido de Shyamalan o El silencio de los corderos". En ese sentido, Dorado buscaba que su película tuviera "un poso clásico", combinado con una trama de thriller en el que "un detective investiga un caso arrastrando su pasado como pasa en Chinatown o El sueño eterno".

La joven actriz estadounidense Taissa Farmiga, que acaba de ver estrenada en el estado su película The Bling Ring, de Sophia Coppola, ha revelado que aceptó el proyecto de Dorado porque le interesó "la película, el guión y el personaje que tenía que interpretar, una chica complicada pero con muchos registros". Por su parte, el actor británico Mark Strong dijo que trabajó su personaje para que no fuera bidireccional: "De hecho, se pasa toda la película haciendo un viaje para conocerse a sí mismo, y cuando encuentra a Anna ambos descubren que se necesitan entre ellos".