iruñea. El artista Abel Azcona fue ingresado ayer en la clínica San Miguel de Madrid después de permanecer 42 días en un espacio de seis metros cuadrados, sin luz, tecnología ni contacto con el exterior, según informó en una nota su agente Victoria Sherman.

El equipo de este proyecto, denomnado Dark Room, decidió sacar al artista del claustrófobico espacio al ver que llevaba dos días en estado de inconsciencia. Abel Azcona fue trasladado en una ambulancia a urgencias del hospital Gregorio Marañon donde ha sido derivado a la planta de atención primaria de la clínica psiquiátrica San Miguel de Madrid donde se encontrará durante unos días en observación.

El proyecto inicial de Abel Azcona consistía en permanecer encerrado desde el pasado día 5 de julio a las 17.00 horas hasta el próximo 5 de septiembre a las 17.00 horas en un espacio perteneciente a una galería artística de Madrid. En este recinto habilitado en la calle Fuencarral, el artista navarro estaba desarrollando la tercera parte de Confinement In Search of Identity, proyecto que comenzó con un encierro en condiciones más sencillas en compañía de la artista portuguesa Regina Fiz Santos.

mito de platón Según se desprende de la nota remitida por Victoria Sherman, en este nuevo encierro Abel Azcona quería explorar sus propios límites, un trabajo que era seguido en streaming por varios médicos y participaba en la curaduría de Victoria Sherman junto a varios teóricos del mundo de la filosofía, ya que la base curatorial se basa en el Mito de la Caverna de Platón.

Abel Azcona recibía únicamente una papilla hiperproteica y un litro de agua a las doce del mediodía durante todos los días mediante una ventana especial donde no entraba la luz ni le permitía tener contacto con el exterior. "En el exterior encontramos a diario miles de contaminantes, en mi caso voy a entrar a Dark Room con muchos de ellos, y quiero explorar en mí mismo mi propia capacidad de desprenderme de ellos y encontrarme a mí mismo desde cero. Perder la noción del tiempo y de mi propio yo. Construir una identidad no contaminada. No marcada por un abandono", explicaba el propio Abel Azcona sobre su último proyecto.

Según varios teóricos de arte contemporáneo y medios especializados, el performance art Dark Room es uno de los proyectos más delicados que se han realizado en la historia de esta disciplina. De forma paralela se estaban realizando dos documentales, uno para una televisión de Bogotá y el segundo, denominado Dark Room Azcona, estaba firmado por Karlos Alastruey, Jon Uriol y el propio Abel Azcona.