bilbao. Ocurre en contadas ocasiones que en un desván o en un cubo de la basura aparece un picasso perdido. Esto es lo que ha sucedido en una pequeña localidad del norte de Italia, Pordenone -una ciudad que es conocida por su festival de cine dedicado solo a películas mudas-, donde se ha encontrado una auténtica joya cinematográfica que se creía desaparecida. Se trata deToo Much Johnson, la ópera prima de Orson Welles (1915-1985) filmada en 1938, hallada en un viejo almacén y que se pensaba que había sido desvastada por las llamas en un incendio que arrasó la vivienda del genio del cine cuando este vivió en Madrid en 1970. Too Much Johnson era una de las 10 películas perdidas más buscadas por los historiadores del mundo.

"Tener en las manos los mismos rollos que fueron editados personalmente por Orson Welles hace 75 años provoca una emoción imposible de describir", ha dicho a Europa Press Paolo Cherchi Usai, del Museo de Fotografía y Cine George Eastman House de Nueva York, que está a cargo del proyecto de restauración de la cinta. "Todos los rollos menos uno estaban en relativo buen estado. Pero uno de ellos fue gravemente descompuesto, y al principio pensamos que era demasiado tarde para salvar sus imágenes", confiesa Cherchi Usai.

Aunque en 1941 Welles hizo historia con su debut en la dirección del gran filme Ciudadano Kane, tres años antes había filmado ya esta película, que tiene una duración de 40 minutos y verá la luz el 9 de octubre, como ha anunciado en su portada digital The New York Times.

comedia muda Well rodó Too much Johnson con 23 años, para ser proyectada en Broadway, dividida en tres prólogos que acompañarían a una obra de teatro titulada igual que la cinta. La comedia, muda y protagonizada por rostros habituales de los teatros de la famosa avenida, como Joseph Cotton y Virginia Nicholson (su esposa), nunca llegó a estrenarse. El guion cuenta la historia de un mujeriego, Augusto Billings (interpretado por Cotten), que para ocultar una relación extramatrimonial se inventa una nueva identidad: Joseph Johnson, identidad que realmente existe y que pertenece al dueño de una plantación en Cuba, al que conoce cuando huye del marido de su amante.

"Lo mejor que le pasó a Welles con Too Much Johnson fue que descubrió la edición y comenzó a explorar todas sus posibilidades. Sospecho que en ese momento, de repente perdió todo el interés en la producción y le habría encantado haber continuado su autoeducación celuloide", asegura Simon Callow, el actor británico, director y biógrafo de Welles (The Road to Xanadu), en declaraciones a The New York Times. "Era un novato total descubriendo un nuevo medio sin saber cómo iba a funcionar", sentencia.

La película se desechó por completo y la obra homónima nunca llegó a estrenarse en Broadway. El destino ha querido que reaparezca en un enclave que parece elegido por el propio Welles. Y es que la ciudad italiana de Pordenone es la localidad que alberga Cinemazero, una organización cultural dedicada a la revisión y cuidado de los clásicos más añejos del séptimo arte.

puro welles El primer visionado de la película da muestras de un Welles, que en aquel entonces tenía solo 23 años, pero que ya apuntaba un gran manejo de la cámara. Las imágenes son inconfundiblemente suyas, están llenas de símbolos, de imágenes deslumbrantes, de juegos de luces y sombras y de planos cortos. Lanzado a la fama por su trabajo radiofónico La Guerra de los Mundos, que le abrió las puertas de la gran pantalla, George Orson Welles recabó su mayor éxito en 1941 con Ciudadano Kane. Después de su muerte, su legado ha seguido creciendo hasta ser elegido mejor director de la historia del cine por el British Film Institute.