bilbao. "Ni prest nauzu/datorrena betor". Preparado ante lo que pueda suceder se muestra Borja Estankona (Arratia, 1979), compositor, cantante y guitarrista con un pie en la literatura -su hermano es el celebrado escritor Igor Estankona- y otro en la música. Y lo confirma en su último fruto, un segundo disco, Fruitua (Baga Biga), en el que asegura que "hay rabia, fragilidad y todo tipo de emociones, pero en mayor armonía que en mi debut".

Con arreglos espartanos y una producción sobria se presentó el año pasado Estankona como artista en solitario. Previamente, se dio a conocer en círculos literarios antes de saltar a la escena musical, protegido por el grupo Arean, con el que llegó a editar dos discos.

Tras un debut que alternaba el rock de autor, plácido aunque sin desdeñar cierta tensión eléctrica, y textos de evocación poética, acaba de publicar su continuidad, Fruitua, grabado en verano en el estudio Sonora de Gasteiz con el apoyo técnico de Iñaki Alonso.

Autor de todas las letras del disco, cantante y guitarrista, Estankona ha contado nuevamente con la ayuda de sus dos fieles escuderos: Itsaso Etxebeste, al bajo, y Jimmy Arrabit, conocido por sus aventuras a la batería con Itoiz, King Mafrundi o Anje Duhalde. En formato de trío, ha logrado ampliar la paleta estilística de su debut, ya que en un repertorio con canciones como Aitortzea, Zortzeduna o Arrosa bat ahoan, discurren aires de vals, reggae, rock, country americano y hasta ska.

"La manera de componer no ha variado mucho desde el primer disco. En este segundo he buscado, quizás de una manera más consciente, el equilibrio y la unidad. Y puedo creer decir que lo he conseguido. Es un trabajo lleno de contrastes pero se mantiene un pulso desde el principio hasta el final", según el músico vizcaino. "En mi primer trabajo la distancia entre lo vacío y lo lleno, la rabia y la fragilidad, era más grande. En el disco actual hay rabia, fragilidad y todo tipo de emociones, pero no están tan distanciadas las unas de las otras. Conviven en mayor armonía y se percibe que todos estos sentimientos provienen de un mismo tronco del árbol", apostilla.

surrealismo Estankona ofrece en sus letras versos como "desde el momento en que ha empezado el baile de las máscaras los ojos se han llenado de fuego" y "he terminado pronto la maleta, el que sueña con el horizonte no necesita gran cosa". "Al cantar, lo que más me gusta es cerrar los ojos o mantenerlos abiertos mirando hacia delante, dirigidos hacia algún lugar, y ver dentro de mí cómo bailan esas imágenes de las vivencias que han sido las causantes de la canción. Por eso, muchas veces, mis textos son un poco surrealistas. Pero no siempre. A veces puedo ser muy narrativo y decirlo todo de una manera muy lógica. En estos casos he conseguido que lo dicho de una manera lógica no condicione o obstruya la danza de las imágenes", concluye.