santander. Igor Yebra lleva sobre los escenarios más de veinte años, pero ha sido ahora cuando se ha adentrado por primera vez en el universo de Roland Petit, un coreógrafo al que siempre ha admirado porque valoraba el trabajo de los bailarines como intérpretes, "no como máquinas que ejecutan movimientos". "La gente quiere también sentimientos, no solo figuras y pasos bonitos, sino algo más", opinaba ayer el bailarín vasco, quien cree que se está volviendo a un tipo de ballet, como el de Petit, en el que importa el sentimiento. Yebra encabeza el reparto de solistas y primeros bailarines de las óperas de Burdeos, París y Viena y del English National Ballet que ayer mismo rindió tributo en el Festival Internacional de Santander (FIS) a Roland Petit, cuando se conmemora el primer aniversario de su fallecimiento. Entre ellos está también Lienz Chang, primer bailarín de la compañía de Roland Petit.
El bailarín bilbaino subrayaba ayer que este homenaje no es "una gala de ballet al uso, llena de fuegos artificiales", sino un espectáculo lírico en el que la técnica "está ahí", pero al servicio del sentimiento. Y confesaba que ese es el tipo de ballet en el que siempre le ha gustado trabajar y en el que quiere continuar hasta el momento en que se retire del mundo de la danza. El tributo a Petit incluye algunas de sus obras más emblemáticas, como La Rose Maleda (1973), el paso a dos que creó para la mítica Maya Plisetkaya a partir de un poema de William Blake y que interpreta Yebra junto a su mujer y compañera en la Ópera de Burdeos, Oksana Kucheruk. Yebra está dispuesto a seguir adentrándose en el legado del coreógrafo. Por el momento, sus planes incluyen viajar a Uruguay para bailar The merry widow, un ballet basado en la opereta del mismo título. Lo hará bajo la dirección de Julio Bocca, que ha sabido ver su "vis cómica".
Yebra tiene muchos proyectos en mente y cree además que en el Estado español hay "hambre de danza", pero entiende que con la crisis "se está recortando de todos lados y por lo primero que se empieza es por la cultura". No obstante, ayer opinaba que la danza y el ballet han estado en crisis "toda la vida" y lanzaba un mensaje de optimismo: "Vamos a salir adelante y el ballet va a seguir existiendo".