BILBAO. Siete años después de su último disco, Bleed like me, y tras una larga ausencia en la que sus miembros han desconectado con sus carreras en solitario, Garbage ha regresado con un disco autoeditado titulado Not your kind of people (Stunvolume). El trabajo lo presentarán, junto a todos sus éxitos, en la jornada de clausura del Bilbao BBK Live Festival, que se celebrará en las campas de Kobetamendi esta semana, a partir del jueves y hasta el sábado.
El grupo estadounidense sigue fiel al sonido típico de los 90 que les hizo estrellas, con una mezcla ajustada de pop, guitarras eléctricas grunge y electrónica. "Seguimos siendo unos frikis, no encajamos en ninguna escena", asegura su vocalista, Shirley Manson.
Once canciones agrupa el nuevo disco de Garbage, la banda liderada por la voz de la escocesa Shirley y que completan los estadounidenses -músicos y productores- Steve Marker, Duke Erikson y el más conocido Butch Vig, responsable del sonido y del éxito de discos como el Nevermind de Nirvana y Siamese dream, de Smashing Pumpkins. Not your kind of people, disco que el propio cuarteto se ha editado, es el quinto trabajo de la banda y marca su regreso tras siete años de silencio y giras. "Tuvimos mucho tiempo en esos siete años para pensar sobre lo que ocurrió con nosotros, con nuestra carrera. Como resultado, creo que de repente nos sentimos a gusto con la idea de lo que éramos, de quiénes éramos y de lo que hemos hecho. Creo que éramos outsiders, en el sentido divertido de la palabra. El disco es un poco la aceptación de nuestro estatus, como que está bien ser un outsider, explica Shirley.
El disco, desde su título, No tu tipo de gente, supone "una declaración de principios de lo que somos como banda", según su vocalista. "Está dedicado a cualquiera con quien no sientas afinidad. Todos en la banda nos sentimos siempre como una especie de frikis. No éramos guay, nunca encajamos realmente en ninguna escena. Siempre te sientes como que vienes de un… ya sabes, siempre estás intentando encajar. Y ahora, siete años mayores, creo que sabemos que hacemos bien no estando con la gente guay. Encontramos quiénes somos, y atraeremos a la gente que piensa como nosotros. Vemos el mundo en la manera en la que lo hacemos, y eso está bien", apostilla Shirley.
El cedé cumple las expectativas, aunque no añade nada nuevo a su habitual mezcla de guitarras rock, bases sintetizadas y melodías infecciosamente pop, que se advierte que sigue viva desde el primer tema, Automatic systematic habit. El álbum ofrece grandes estribillos, como los de Big bright world; la rudeza de las guitarras y el ritmo comercial de Blood for poppies; la armónica distorsionada de Control; la caricia traviesa de las calmadas Not your kind of people y Beloved freak; la oscuridad eléctrica de Man on a wire; el guiño a The Jesus & Mary Chain en la distorsionada Felt; o el ritmo bailable de I hate love.
sello propio "Decidimos crear nuestro propio sello porque nos frustramos mucho discutiendo con gente que realmente no veía el mundo como nosotros. Así que sí, es excitante ser el director de un sello solo por diversión", indica la cantante, que niega "estar asustada" sobre el futuro inmediato del grupo. "Lo que realmente sentimos es que no tenemos nada que perder. Hemos estado fuera siete años, la gente como nosotros ya ha olvidado quiénes somos, qué generación de gente creció con nosotros. Y sentimos que no tenemos nada que perder, solo salir fuera, pasarlo realmente bien, tocar nuestra música y ver si la gente piensa como nosotros. ¿De qué vamos a estar asustados? No hay nada de lo que estarlo", indica.
Shirley, que ha pasado este periodo en barbecho de Garbage colaborando con otros músicos y asentando su carrera como actriz con un programa en Estados Unidos y participando además en la saga de Terminator, defiende el contenido de su último disco. "He dicho que es el mejor que hemos hecho, el más sólido y conciso", aclara.
Garbage recuerdan su actuación previa en Bilbao y aseguran haber tenido noticias del BBK Live Festival. "Nos sentimos muy honrados de formar parte de este festival nuevo, que comenzó cuando estábamos fuera de la carretera. Quiero decir, en primer lugar, que ser músicos es un privilegio, pero tocar en los mismos escenarios que bandas como Radiohead o The Cure es increíble", apostilla la cantante escocesa, quien, a pesar de todo, confiesa que "todos los músicos te dirán lo mismo, que prefieren tocar solos, en sus propios conciertos".