bilbao. El menor de la saga familiar de periodistas bilbainos, Asier Reino, empezó haciendo radio e interesándose por la fotografía, para luego desplegar sus inquietudes en un intenso trabajo en la ONG Mundubat, desde Bizkaia, y más tarde con campo base en Madrid. Ha hipotecado muchos caprichos, toda su vida, para poder viajar por cinco continentes y traernos emocionantes imágenes y testimonios de personas que la mayoría de las veces tienen pocos bienes materiales pero mucho que contar. Estas semanas, los canales de TVE están emitiendo Haití: Tierra de esperanza y ETB está interesada en proyectar este documental que cuestiona si hay futuro o no para un país paupérrimo que sufrió la estocada del terremoto de enero de 2010. Catástrofe que también le sirvió para hacerse visible ante el mundo.
A la vuelta del verano puede que el Ayuntamiento de Bilbao organice una mesa redonda en torno a este documental y sus contenidos. Cuando el concienciado reportero conoció Haití, en 2004, le pareció "el lugar más complicado, difícil y desagradable donde había estado, mi visión era totalmente negativa". Así, cuando la ONG Cesal le propuso volver al país caribeño para comprobar si había esperanza en él, Asier aceptó "el desafío", aunque "no me llegué a creer del todo en ningún momento que fuera a encontrar esperanza. Sí, es verdad que algunas cosas están mejor, pero ni para Haití ni para otros muchos países hay esperanza si la economía mundial sigue formulada tal y como lo está ahora", asevera a DEIA. Y es que, tras "ver tanta mierda en esta década de viajes continuos", el realizador de origen vizcaino considera que "por mucho que se pongan parches, la calidad de vida de muchas personas en el mundo, cada vez más, es horrenda o inexistente, y el sistema no tiene como prioridad mejorarla. Se necesitan pobres para que haya ricos".
Así, ve traducida la esperanza para Haití en que "sus ciudadanos no sean esclavos de unos gobiernos internacionales que fomenten la corrupción y la pobreza del país", desarmando "todo el sistema económico que tenemos ahora y cambiando las relaciones entre países".
Reino ve homologable la situación de Haití con las de Darfur, Congo o Irak: "Son las dos caras de una misma y asquerosa moneda. Tanto la pobreza como los conflictos son partes necesarias del engranaje. Sin ellos el sistema no funcionaría". ¿Y la crisis global podría conllevar una revolución en la forma de distribuir los bienes en el mundo? "Tras años con la mochila en la espalda y la cámara al hombro, es la única esperanza que me queda. La única solución que veo para toda esa gente maltratada -que es mayoría-, es que el sistema estalle, que se convierta en insostenible, como parece que puede estar ahora pasando", observa.
con nombre de mujer Este elaborado documental cuenta con los testimonios y opiniones, por ejemplo, del dibujante Forges, el cocinero José Andrés, la historiadora Suzy Castor y el periodista Juan Ramón Lucas. Entre los pequeños relatos de sus protagonistas se encuentra el de la franciscana Sor Marchela, quien ayuda en los barrios más conflictivos a convertir chabolas en casas de ladrillos "sin ayudas de gobiernos". Soraya Rodríguez, ex secretaria de Estado de Cooperación, manifiesta cómo el PP ha recortado drásticamente las ayudas a la cooperación.
Como tantos voluntarios y reporteros, Asier suele ser testigo de que "las mujeres siempre están peor donde la cosa está peor. Y eso que su papel es mucho más vital en las sociedades menos desarrolladas". En Haití, "ellas tiran de la sociedad". Este es un aspecto que remarcará en la siguiente serie que ha ido preparando, Retorno a África, repleta de testimonios y bellas imágenes. También ha realizado un documental sobre Cristóbal Halffter. Está promoviendo Haití... mucho en Euskadi "por ser mi tierra y porque la considero un ejemplo de solidaridad".