Bilbao. La reputada banda de folk presentó ayer su más reciente obra, Dantza kontra dantza. El acto fue en uno de los locales que Elkar tiene en la villa, donde los componentes del grupo explicaron las tareas de elaborción de su última obra.
Dantza kontra dantza es una recopilación de versiones desarrolladas desde las partituras del compositor Juan Ignacio Iztueta, el "más grande maestro de danza que ha dado Euskal Herria".
Hasta ayer solamente se conocía el single de adelanto, Ehun dukatekoa eta Bretonio txikia. En esta ocasión Oskorri ha completado el disco con 14 alegres temas y un DVD que servirán de instrumento para animar las fiestas y recobrar los bailes sociales.
documento histórico Partiendo de las partituras de Iztueta, Oskorri se ha valido de la ayuda del grupo Baztango Dantzariak y de sus de voluntarios, Oskorri Dantza Kluba, para grabar este proyecto en Gasteiz, Bilbao, Iruñea y Baiona. Las tres organizaciones se han aunado para dar vida a este documento histórico musical que servirá para conmemorar la tradición vasca.
El CD/DVD recoge canciones y un documental didáctico sobre el pasado. Para los que desconozcan los bailes tradicionales de Euskal Herria se ha incluido un apartado que ayudará a seguir el ritmo de dos por cuatro de las canciones.
"Son alrededor de veinte los distintos pasos que se utilizan para recrear los bailes de entonces", aseguró Bixente Martínez. La coreografía para estas melodías, que pese a que no se hayan representado en muchos años resultan familiares al oído, la ha realizado el grupo de danza Baztango Dantzariak.
El miembro de Oskorri explicó en la presentación su teoría de la electricidad con la que justifica la pasividad social hacia la música y el baile. Como puesta en escena de esta teoría, Bixente recordaba un viaje en autobús a Iruñea. En esta trayectoria el vehículo pasa por un túnel donde no se recibe la frecuencia de la radio. "Durante el silencio de la radio", explicaba el músico, "la gente comenzó a cantar y recitar sus versos, en el momento que volvió la radio pararon y todos siguieron a lo suyo". Junto a esta anécdota, los componentes de la banda Oskorri comentaron que parece haberse despertado un sentimiento de añoranza por los bailes grupales, al igual que quedar para cantar todos juntos en fiestas.
juan ignacio iztueta Hace cerca de 40 años le hicieron llegar a Oskorri una colección de partituras escritas a mano. No fue hasta varios años más tarde que en una feria de libros reconocieron los escritos en un ejemplar de composiciones del músico Juan Ignacio Iztueta. En ese momento la banda se concienció de que poseían uno de los pocos ejemplares auténticos de aquel legado musical que se remontaba al siglo diecinueve.
Las magníficas obras de Iztueta sufrieron el olvido a raíz de la Revolución Francesa y al influjo de nuevas tendencias. Este antiguo musicólogo vasco se encargó de reunir las antiguas danzas de Gipuzkoa junto a abundantes noticias y partituras de las mismas.
La banda dejó claro el paralelismo entre Iztueta y Vivaldi. "Ambos murieron en el olvido, pero alguien rescató esa herencia musical del olvido colectivo para brindarles el reconocimiento que merecían tras haber sido silenciados por no respetar las tendencias "modernas de sus épocas", revelaban los músicos.
Estas antiguas melodías, legado musical de Euskal Herria, fueron entregadas a los músicos de Oskorri para que las reavivaran, las actualizara y las incluyesen en el presente. Gracias a su trabajo, ahora existe la posibilidad de escuchar lo que en una época sonaba en las romerías de los pueblos de Euskadi, pero esta vez con la aportación personal del estilo inconfundible de la banda que popularizó el folk vasco hasta emparejarlo, casi, con el pop.