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CORRÍA el año 1979. Se conocían desde la universidad, pero fue después de pasar un tiempo creando espectáculos en forma de sketches cómicos para representar al aire libre o en pequeñas salas cuando de la manera más sencilla, surgió Tricicle, nombre que sus tres componentes actuales - Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans- confiesan que pusieron un poco al azahar. "No pensamos en la transcendencia que podría tener. Fue una solución a corto plazo, que después nunca nos lo hemos vuelto a plantear", explica el tricicle Carles Sans.
Pero, al final, el nombre fue un acierto total, porque 31 años después de iniciar aquel viaje, el mítico grupo catalán de humor gestual sigue pedaleando a toda velocidad. "Continua habiendo entre nosotros mucha química desde un punto de vista creativo. El hecho de que cada espectáculo que hemos hecho haya sido un éxito nos ayuda a continuar. Además, tenemos un público muy fiel que llena los teatros", confiesa Carles.
DEIA repartirá mañana junto al periódico, por solo 0,50 euros más, el DVD Terrrific (como ellos dicen, "con tres erres"), una obra que se desarrolla en una peculiar casa del terror a la que acceden varias personas normales y corrientes extraídas al azar de entre el público asistente (los tres miembros de Tricicle, evidentemente). "Nuestro humor es intemporal porque se pueden ver espectáculos de hace 25 años en DVD y la gente sigue riéndose. Es el gag de lo cotidiano, pero de cosas que no cambian nunca", asegura Carles.
trayectoria Cuenta la leyenda que aquellos tres chavales con la cara pintada de blanco, que se paseaban por Barcelona haciendo que recogían pájaros invisibles del suelo, se estrenaron el 1 de noviembre de 1979 en Breda y que su primer caché fue una cena a base de conejo. No obstante, la andadura de Tricicle tal y como lo conocemos hoy arrancó al año siguiente en el bar Llantiol. Durante tres años, entre copa y copa, a mil pesetas la noche, se convirtió en la verdadera escuela del grupo.
La primera obra en la que se embarcaron fue Manicomic, y marcó la línea de humor sencillo, absurdo y sorprendente que ha caracterizado a la compañía en su existencia. "Nosotros no hacemos un humor hiriente, no ofende a nadie. A veces se nos ha acusado de que tenemos un humor blanco. Tenemos el que nos hace reír a nosotros y resulta que lo que a nosotros nos hace reír, hace reír a todo el mundo. No hace falta más que ver que los teatros se llenan allá donde vamos", explica Carles.
En 1984 Joan, Paco y Carles se atrevieron a presentar un montaje completamente nuevo: Exit, su primer espectáculo monotemático. Y como su nombre indica, fue todo un éxito. Y, por fin, en 1986 llegó Slastic, una sucesión de cómicas situaciones alrededor del mundo del deporte, que les consagró como uno de los grandes grupos humorísticos estatales. En 1996 se atrevieron con Entretrés, en la que contaban la vida de tres artistas que están en paro, y que tienen que vivir en un apartamento de pequeñas dimensiones. "Como ves, una historia que está de plena actualidad. Es lo que estamos viviendo ahora con la crisis", dice Carles. Le siguieron Terrrific, en 1996, Sit, en 2002, y su última obra teatral, Garrick, un montaje dedicado al actor inglés del mismo nombre, cómico al que los médicos mandaban a sus pacientes para que les aliviara las penas del alma mediante la risa. Igual que ellos. "Hacer reír es difícil, incluso más que hacer llorar. Cuando alguien va a ver un drama no exige que le hagan llorar. La risa es un buen antídoto contra las penas".
Del 10 al 15 de agosto, Tricicle traerá al Teatro Campos de Bilbao la adaptación del musical Forever Young que ellos dirigen. "Hace un año vimos el espectáculo musical en Oslo, interpretado por seis cantantes y un pianista. Y sin entender ni una palabra de noruego quedamos fascinados con el trabajo de los actores y con la calidad de las versiones musicales. El espectáculo es divertidísimo", promete Carles.
Forever Young cuenta cómo es el día a día de seis ancianos que viven en un geriátrico en 2050. "La gente se lo pasa fenomenal. Los protagonistas son antiguos rockeros, okupas, gente alternativa, que ahora podrían ser los indignados acampados en Sol. La gente se lo pasa fenomenal". ¿Y cómo se ve Tricicle en 2050? "Quizá con una caipiriña tumbados al sol sin hacer nada, o visitando las obras que se hacen en Barcelona, o jugando a la petanca. O sobre los escenarios".