Bilbao. Tres lustros después de haber visto la luz por primera vez, la obra sigue teniendo vigencia y aún cuenta con aspectos que analizar y que tratar.

Como analista y crítico literario, ¿qué le llama la atención de la novela 'Hamaika pauso'?

Principalmente dos dimensiones: el espacio y el tiempo. También el uso de las medidas que hace el escritor, como el metro (en la novela Ehun metro), los pasos (en Hamaika pauso) etcétera, y de la utilización simbólica que hace de las costumbres. Tampoco hay que olvidar lo que supuso esta obra para la creación literaria en euskera.

¿Y qué supuso?

Pues contribuyó con un nuevo tratamiento del tiempo y, también, en el hecho de que sus tres primeras novelas, por no decir toda su obra, sean topófilas. Y en Hamaika pauso hace un tratamiento conceptual del final, de la muerte y de los pasos de la muerte. Por eso, el título en sí, Hamaika pauso, es una fórmula, un sinónimo del tiempo. Junto a todo esto también aborda el problema del infinito y de los límites del tiempo.

El autor es un referente de la literatura vasca.

Ramón tiene una obra novelística muy seria y con un valor añadido: el ser el novelista en euskera que más veces ha sido traducido, después de Atxaga. En este sentido, es uno de los nombres que se conocen fuera de Euskadi y de la cultura euskérika.

Y fue rompedor en su día.

Fue un novelista de vanguardia, muy vinculado a ciertas corrientes de los años 60 y 70, principalmente francesas, pero en todo caso europeas, como la nueva objetividad, la nouveau roman... Después, en los años noventa, inició una búsqueda propia y muy original, centrada en los problemas fundamentales de la sociedad vasca. Y el primer fruto de todo aquello fue Hamaika pauso, que en mi opinión es una novela impresionante y la más significativa de la segunda mitad del siglo XX, al menos en el País Vasco.

¿Diría que es su mejor obra?

No necesariamente, pero a mí es la que más me ha interesado. No obstante, no entraría a hacer un ranking de las novelas de Ramón. También me gusta mucho Egunero hasten delako, su primera novela, que fue una revelación para nuestra generación.

Ha subrayado usted el tratamiento del tiempo y del espacio, pero pocas veces se habla del tratamiento lingüístico de la novela.

Yo ya he escrito sobre el tratamiento de las lenguas y de la situación bilingüe de la sociedad vasca en las novelas de Ramón Saizarbitoria, pero en otra parte. En esta no me interesa tanto. Ten en cuenta que las novelas de los años 60 y 70 sí que tenían un verdadero problema de realismo lingüístico.

Al hablar de esta novela ha hecho usted varias referencias a 'Ehun metro'. ¿A qué se debe?

Todas estas referencias las hago en función de Hamaika pauso. El lector que toma esta novela se encuentra con un título que puede referirse a Ehun metro. Son dos títulos del mismo tipo: parece que denotan distancias pero no es así, porque Ehun metro no se refiere a cien metros en una plaza, y Hamaika pauso no hace referencia a una distancia espacial, sino temporal. En la novela hay una especie de obsesión, como que realmente no hay descanso posible en el tiempo. Es imposible frenar el tiempo. La vida es una huida y al final de la novela la fiesta se ha terminado.