Bilbao. El grupo navarro Vendetta edita estos días su segundo disco, Puro infierno (Baga Biga), fiel a su estilo de fusión de rock con sonidos ska-reggae y mexicanos, y letras rabiosas contra el poder establecido. "Queremos transmitir la idea de la revolución desde un punto de vista personal. Y sin perder la sonrisa en ningún momento", según la banda, que ha contado en el álbum con la colaboración de Iker Dickers Piedrafita. El día 19 lo presentarán en Bonberenea (Tolosa), el 2 de abril en Atearock (Leitza) y la gira seguirá todo el mes por Bizkaia, en Ondarroa, Bermeo y Gasteiz.
Vendetta surgió en Nafarroa, en 2008, fruto del impulso de Javier Etxebarria y Luisillo Kalandraka, a los que se acabaron uniendo Pello Reparaz, Rubén Antón y Enrikko Rubiños. Gor les publicó su debut discográfico homónimo un año después y ahora repiten con su continuidad tras haberse pateado mu-chos escenarios vascos, estatales e incluso internacionales. Esta continuidad se ha grabado en los estudios El Sótano de Artika (Nafarroa), con el apoyo de Iker Piedrafita en sonido y mezclas.
Musicalmente, Vendetta sigue fiel a la mezcla de rock y sonidos ska-reggae, con cierta querencia también por la ranchera y el tex-mex, que les hizo populares. "Necesitamos del ska, del rocksteady o del reggae para caminar. Y una vez tomada la senda, hemos hecho amigos de todo tipo por el camino", indicaron ayer en la presentación del disco en Bilbao. "El tamiz del rock siempre nos acompaña e intentamos utilizarlo de puente a diferentes estilos. Todo estilo es válido para transmitir una sonrisa o para hacer menearse al personal", apostilla el grupo.
Fiesta, pues, en lo musical, y compromiso y actitud desafiante en las letras. Esa sigue siendo la propuesta de Vendetta. "La fiesta nos une tanto como la fuerza y contundencia de cada acorde", explica una banda que liga "la rabia a conceptos como el fuego", del que surge el título de su segundo disco. "Quizás sea algo pretencioso comparar la lírica de estas canciones con toda una lucha contra lo establecido. Queremos transmitir carácter, impulsos, glorias y penas. Una revolución, como la mexicana, pero desde un punto de vista personal y sin perder la sonrisa en ningún momento", concluye el quinteto.