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EL comisario de la muestra, Mikel Lertxundi, asegura que tuvieron biografías paralelas, Madrid 1892 y 1900, durante 1920-30 desarrollaron sus carreras profesionales en Gipuzkoa. Dibujantes ambos: caricatura, publicidad, cartelismo, e ilustración de libros, diarios y revistas. Amigos desde 1919, decidieron instalarse en Madrid en 1934, donde les sorprendió la guerra. Cada uno a su manera luchó por el Gobierno instituido. Al acabar la guerra ambos son detenidos y encarcelados en la Prisión de Conde de Toreno, en la que coinciden con pintores, músicos, escritores y profesores. Recurren a la caricatura. Álvarez fue fusilado en 1940, y Antequera va a las cárceles de Cuéllar (Segovia) y Las Comendadoras y Yeserías (Madrid) hasta su liberación en 1943.

En la cárcel ambos utilizaron el lápiz, la tinta y el papel, como método de relajación y de autocontrol al servicio de sus amigos y familiares, y de sí mismos. Antequera Azpiri ofrece una interesante co lección de retratos : Luis Escribano, J. M.Jiménez del Castillo, Gastón Aliaga, Fornell, Aurelio Isquiano, Félix Urabayen, Manuel Serrano, David Alvarez, Fernando Bello, Juan López, Antonio Buero Vallejo, Víctor Martín, Vicente Eced, Emilio Gil y Andrés Basagoti, así como apuntes rápidos y abocetados de la vida en prisión (1939-40). Destacan los de pura línea naturalista y los coloreados a lápiz y acuarela: Luis Escribano, Juan López, Vicente Eced, y Andrés Basagoiti. En ellos tiende al realismo y a la caricatura, no estando lejos de las corrientes de la Nueva Objetividad alemana y de las corrientes Art decó de este momento en España. Algunos libros y dos preciosos carteles de Saski Naski (1928), completan su panorama.

David Álvarez presenta un fino retrato de Pedro Antequera de corte naturalista, así como cuatro magníficas caricaturas de él de frente y de perfil, con una mayor influencia cubista. Tambíen hace Álvarez un buen retrato naturalista de Buero Vallejo. También se presentan dos arquetas de alabastro, con ilustraciones modernistas y art decó en sus caras, dedicadas a su madre y a su hermana. Completan este apartado algunos libros ilustrados por este dibujante, así como algún cartel, Calcosan (1932), de marcados acentos cubistas y decorativos.

La muestra está bien montada y posee un interesante catálogo que hace referencia a los autores y a las obras expuestas.