Bilbao. Desde que, a finales de 2010, se rumoreaba que Jon Juaristi (Bilbao, 1951) podría ser nombrado vocal del renovado Consejo Asesor del Euskera, el revuelo ha sido patente en el seno del mundo euskaltzale. Las dudas se despejaron cuando el Gobierno vasco hizo pública la lista de las personalidades de reconocido prestigio que formarían el grupo en el que el Ejecutivo de Gasteiz se basaría a la hora de dar forma a su política lingüística. Jon Juaristi, académico, catedrático, doctor y autor de novelas y ensayos galardonados con el Premio Nacional, ocuparía un asiento en el consejo. El caso es que quien, en la actualidad y junto con Esperanza Aguirre, regenta el puesto de director general de Universidades e Investigación de la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha demostrado ser un afanado ideólogo en contra de la lengua "de todos los vascos", tal y como la ha definido el PSE en las últimas jornadas. "Nunca volveré a hablar vuestro ingrato euskera", escribió en uno de sus poemarios, hace ya unos años; "El euskera no ha servido como vehículo cultural y, para mí, es un idioma del pasado", respondió a un periodista madrileño y, para más inri, un año antes de que López uniese la lengua vasca con la violencia, sentenció: "Obviamente las lenguas no matan, pero se mata en nombre del euskera".
En 2007, el periodista de Euskadi Irratia Manu Etxezortu lo entrevistó. Esta es la transcripción de una de las partes de dicha entrevista.
¿Qué reflexión haría usted sobre la situación del euskera?
No lo sé, la verdad. Las lenguas pequeñas, en referencia al número de hablantes, entiéndase, viven en una situación precaria. No obstante, la supervivencia de un idioma depende de otros muchos factores, por ejemplo, el nivel cultural. El hebreo, por poner un caso, es una lengua muy pequeña también pero tiene gran importancia cultural y así tiene garantizada la supervivencia. Pero con el euskera no sé lo que puede pasar, y tampoco me importa.
¿No le importa?
No, no es mi idioma. Y cada vez lo utilizo menos, así que, si desapareciese, pues, tendría un disgusto, pero tampoco muy grande...
Así dicho, con esas palabras, suena un poco fuerte, Jon...
Bueno, quiero decir, para vosotros sí que será un disgusto, no hay ninguna duda, porque es vuestro idioma. Pero para mí no. No es mi primera lengua y no lo ha sido nunca. Es cierto que la estudié pero...
De joven, sí. Y, además, con mucho empeño.
Sí, la verdad es que de joven lo estudié con mucho empeño pero, a medida en que me he ido haciendo mayor, ha ido perdiendo el eco afectivo y la importancia que tenía para mí, ya que me he desarrollado en otro entorno lingüístico. Pero con esto no quiero decir que esté en contra del euskera, sino que, hoy por hoy, el futuro del euskera me es muy indiferente. El problema es que los idiomas son una herramienta y lo que para mí prima es el nivel cultural en que se puede desarrollar ese idioma.