Bolivia. La obra testimonial Lo que Varguitas no dijo, de la boliviana Julia Urquidi Illanes, sobre su matrimonio con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, reeditada 27 años después, es una de las novedades de la Feria del Libro de La Paz. El gerente regional de la editorial La Hoguera, Carlos Azurduy, explicó a Efe que hacía falta volver a publicar este libro "polémico, difícil, y diferente", después de casi tres décadas, porque él mismo muestra la "calidad humana" de Julia Urquidi, fallecida en su país andino, en marzo pasado, a los 84 años.

Urquidi era tía política y diez años mayor que Vargas Llosa y fue su primera esposa entre 1955 y 1964. La relación inspiró el libro La tía Julia y el escribidor, novela dedicada a la misma Urquidi, "a quien tanto debemos yo y estaba novela", según escribió el autor del texto.

"venganza" A la referida no le gustó demasiado que Vargas Llosa hubiese puesto su vida al descubierto, pero aceptó su publicación de buena gana. Sin embargo, años más tarde, una cadena televisiva produjo una telenovela en la que Julia aparecía casi como una seductora de menores, lo que la llevó a escribir la novela que acaba de reeditarse. Urquidi escribió su testimonio para, en alguna medida, "tomar venganza", en palabras del periodista boliviano Eduardo Ascarrunz, que entrevistó a fondo a Vargas Llosa en la década de los 70 y conoció de cerca a Urquidi. Es él, también, quien ha presentado en la feria del libro la reedición del texto, la primera desde que en 1983 se imprimieran medio millar de ejemplares.

"Julia quería matar a Vargas Llosa y quería amarlo al mismo tiempo. Su vida ha sido así, han terminando poniéndose entre el cielo y el infierno", agregó Ascarrunz, al señalar que el libro es, ante todo, un testimonio, más que una autobiografía. Ascarrunz también destacó la personalidad de Julia Urquidi, que no era "la ama de casa", sino que mantenía correspondencia con el argentino Julio Cortázar y alternaba con el chileno Jorge Edwards y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias.

En su casa en París, hospedó a Celia de La Serna, madre de Ernesto Che Guevara, y a Hilda Gadea, la primera esposa del guerrillero argentino. En una ocasión, en París, Gadea alertó a Vargas Llosa de que Julia Urquidi había ingerido un frasco de somníferos "para ponerle fin, por mano propia, a una vida que pendulaba entre el cielo y el infierno", subrayó Ascarrunz.

Esta primera reedición del libro Lo que Varguitas no dijo es de 800 ejemplares y varios editores de México, Colombia y Perú han expresado a La Hoguera su interés de editarlos en sus mercados.