EL Ibiza estrenará el mes que viene la versión ST. La tercera declinación formal del conocido automóvil cambia de registro estético y apuesta por la funcionalidad. La nueva fisonomía resulta algo engañosa, puesto que sugiere un coche de más categoría. En realidad, el ST es un Ibiza que se limita a prolongar sus cuartos traseros para mejorar ostensiblemente su capacidad de carga (430 litros). SEAT lo animará inicialmente con dos motorizaciones gasolina (1.2 de 70 CV y 1.4 de 85) y tres TDI (1.2 de 75 CV y 1.6 con 90 y 105 CV). Para adquirir un ST hay que desembolsar setecientos euros más que por su homólogo con envase compacto de cinco puertas, con lo que la tarifa oficial del debutante se horquilla de 14.380 a 18.390 euros.

La marca española del grupo Volkswagen trastorna un poco la típica imagen del Ibiza al poner en circulación la interpretación ST. Su carrocería de techo alargado desentona con las connotaciones deportivas de los envases en activo, SC y cinco puertas, pero descubre la vertiente más familiar y práctica del modelo. Es heredero directo de una variante del extinto Córdoba, derivado que permitía mantener intacta la propensión juvenil del Ibiza, y llega para plantear batalla a las versiones equivalentes del Renault Clio y del Peugeot 207.

La gran diferencia del ST respecto a sus hermanos radica en la eslora. La prolongación del voladizo posterior y la consiguiente labor de rediseño de la zaga le confieren identidad propia al modificar decisivamente la apariencia final del vehículo. Ese incremento de talla -pasa de 4,05 a 4,23 metros de longitud- revierte en un mayor volumen de portaequipajes, pero no en una habitabilidad superior. Eso sí, aunque mantiene las dimensiones conocidas, la cabina resulta algo más desahogada y versátil gracias a la posibilidad de comunicar con el portaequipajes abatiendo los asientos.

La generosa zona de carga, que multiplica la cabida de los formatos compactos (brinda un 50% más de maletero), abre nuevos horizontes comerciales a esta versión, poniéndola en el foco de atención de un espectro de clientes más amplio. El ST satisface perfectamente las necesidades de esas parejas jóvenes a las que les empieza a llegar descendencia; también cumple las expectativas de los usuarios que precisan un vehículo capaz de alternar misiones laborales y cometidos domésticos. Es, por tanto, una opción de compra lúcida para personas que precisan por igual espacio y agilidad de maniobra. La nueva lectura del Ibiza procura ambas cualidades a cambio de un desembolso asumible y requiere unos gastos de utilización comedidos.

adn de ibiza Dejando a un lado el envoltorio, factor decisivo de esta tercera conjugación, el ST es a todas luces un Ibiza. Salvando las apariencias, que en este caso aportan un indiscutible valor añadido, la inminente versión comparte características con las homónimas de talla contenida. El ADN del más popular de los Seat queda patente en motorizaciones y acabados.

El derivado familiar propone de entrada cinco mecánicas, cuatro de ellas ofertadas por los formatos cortos y otra nueva que se extiende a toda la gama. Este elenco mecánico lo componen dos alternativas gasolina -1.2 de 70 CV y 1.4 de 85 CV- y tres turbodiésel -el nuevo 1.2 TDI de 75 CV y los 1.6 TDI de 90 y de 105 CV- con tecnología common rail de inyección directa provistos de filtro de partículas DPF. Son propulsores que acreditan una relativa solvencia y, por encima de todo, prometen volúmenes bastante reducidos de consumo y emisiones contaminantes. Todos se vinculan a transmisión manual de cinco marchas. Antes de verano, el ST va a recibir una mecánica gasolina TSI 1.2 de 105 caballos, que se extenderá a todo el repertorio Ibiza; dicho motor podrá optar a la transmisión DSG, automática secuencial de doble embrague con siete velocidades.

El fabricante asigna al ST tres de los acabados previstos en su nómina: Reference, Style y Sport. La más sencilla de ellas disfruta de un más que correcto equipamiento, al ofrecer de serie: frenos ABS con asistencia electrónica, controles de estabilidad y tracción (ESP y TCS), airbags delanteros y de cabeza-tórax, ayuda al arranque en pendientes, testigo de pérdida de presión de neumáticos, cinturones anteriores con tensor pirotécnico eléctrico y limitador de carga, tres cinturones posteriores con triple anclaje, suspensión confort, dirección asistida electrohidráulica, radio CD mp3 con mandos en el volante (con conexión Aux-in y 4 altavoces), toma de 12V en la consola central, cierre centralizado con mando a distancia, avisador acústico de cinturones en plazas delanteras, anclajes Isofix en los asientos posteriores, apertura eléctrica del maletero, barras en el techo de color negro, cristales tintados, llantas de acero de 15 pulgadas, aire acondicionado, asientos delanteros regulables en altura, elevalunas delanteros eléctricos, volante ajustable en altura y profundidad, regulación interior eléctrica de los faros, luneta posterior térmica, huecos portaobjetos en las puertas delanteras y traseras y cofre en el piso del maletero, asiento trasero plegable (sin división), así como apoyacabezas anteriores y posteriores regulables en altura.

La terminación intermedia añade: autoblocante electrónico XDS (con los motores de 105 CV), barras de techo cromadas, faros antiniebla con función de iluminación lateral en los giros, espejos exteriores eléctricos calefactados (con posición parking y carcasa del color de la carrocería), llantas de aleación de 15 pulgadas, bolsa en los respaldos de los asientos delanteros, climatizador, guantera refrigerada, asiento trasero plegable por secciones, manetas de las puertas en color carrocería, volante y selector de marchas revestidos de cuero, control de crucero, función Coming Home, ordenador, dos altavoces adicionales al sistema de audio, además de faros delanteros dobles y cromados. La puesta en escena más ambiciosa añade asientos deportivos, cristales oscuros y llantas de aleación de 16 pulgadas.