Bilbao. Desde los estudios de Mixer en la capital vizcaina, entre toma y toma de una serie anime que está doblando, Gorriño desgrana la vida de las voces sin rostro en euskera.

¿En qué situación se encuentra el mundo del doblaje al euskera?

Cada vez se hace menos. Hubo un boom hace 20 años, con la creación de ETB; pero el presupuesto se ha reducido mucho y hoy en día EITB sólo dobla al euskera 400 horas al año y eso es muy poco. Internet también ha hecho mella en el doblaje; empresas grandes como Buenavista han dejado de doblar, porque nada más sacar una película al cine ya la tienes en internet y el doblaje sale muy caro. Las leyes españolas al respecto son muy flojas, cualquier cosa se puede descargar de la red sin que nada ocurra. Y si a eso le sumas lo pequeño que es Euskadi...

¿Por qué se debería impulsar el doblaje al euskera?

Principalmente, porque el nivel de inglés de la sociedad no permite ver las películas en original; los subtítulos funcionan en películas de acción pero no en películas en las que los diálogos y el guión son esenciales. Siendo esta la situación debemos impulsar el consumo de los productos en euskera para reforzar el idioma, sin olvidar que en Euskadi la calidad de los doblajes es muy buena. El problema es que la mayoría de doblajes se hacen de productos infantiles, no hay nada para el público adulto y es un error.

¿Lo más complicado del doblaje?

La interpretación, debes hacer creíble el texto. Es muy distinto al trabajo de los actores porque la pronunciación en el doblaje es distinta, por eso, a veces, cuando los actores doblan no queda del todo bien.

¿Qué necesita un buen actor de doblaje?

Saber interpretar. Si tienes una voz bonita, pues podrás hacer más papeles protagonistas pero, incluso una mala voz se puede disimular si se sabe interpretar bien.

¿Ensayas en casa?

No, para nada. Muchas veces no sabes lo que vas a grabar hasta que entras al estudio. Con la experiencia aprendes a adaptar la voz a las situaciones y generalmente te tocan personajes parecidos. En mi caso suelen ser grandullones, algo brutos, por la voz grave que tengo...

Y Mr. Bean...

Sí, le he puesto la voz. Pero bueno, la época de querer doblar a caras famosas se me ha pasado. Prefiero tener trabajo constante aunque sean voces secundarias. Lo más importante es ser todo terreno: poder hacer de bueno, de malo, en euskera, en castellano... Eso te da caché. Aunque luego te suelen encasillar en un tipo de voces, porque los directores quieren una voz que lo haga bien y rápido.

¿Se puede vivir del doblaje?

Algunos sí que vivimos de esto, pero la verdad es que el futuro es oscuro.