Bilbao. A falta de diez meses para el fallo de la Svenska Akademien -Academia Sueca encargada de elegir el ganador del Nobel cada año-, la SGAE ya ha presentado la lista de sus tres propuestas para 2010: Miguel Delibes (Valladolid, España, 1920), Ernesto Sábato (Buenos Aires, Argentina, 1911) y Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1925). La unánime decisión de la SGAE, se sustenta en "los acreditados méritos literarios de cada uno de estos tres autores universales, que los hacen acreedores al galardón más prestigioso de las letras". La Sociedad General de Autores y Editores es, de unos años a esta parte y a petición expresa de la Academia, la encargada de elegir los autores en el Estado español para el galardón más preciado del mundo de las letras.

Sacerdote y sandinista Licenciado en Filosofía y Letras, poeta y escultor, Ernesto Cardenal, es el protagonista de una biografía difícilmente redactable. Proveniente de una familia acomodada, tras estudiar por diferentes países de Europa y América, renunció a su condición aburguesada para entrar en el monasterio de Gethsemani, en Kentucky, EE.UU. Pero su profunda religiosidad competía con una fuerte tendencia izquierdista -participó en la Revolución de Abril, de 1954- y así ha vivido hasta la fecha. Tras su paso por la política entre los años 1979 y 1987, como miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional, abandonó la agrupación en protesta contra la dirección autoritaria de Daniel Ortega, actual presidente del país. En los últimos años ha vuelto a tener notoriedad política por sus fuertes críticas al gobierno de Ortega.

En esta ocasión, la SGAE vuelve a proponerlo como candidato al premio -ya lo fue en 2005- "a quien haya producido en el campo de la literatura la obra más destacada, en la dirección ideal", en palabras de la Fundación Nobel. Un galardón que, a pesar de destacar una obra del autor o autora premiado, basa su elección en la obra completa. De la producción de Cardenal, quien une el lenguaje místico con el épico, los problemas del proletariado de su pueblo con la magia de lo cotidiano y la ironía con la intensidad de la vida moderna, cabrían destacar Epigramas (1961), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966) y Homenaje a los indios americanos (1969).

Sábato y Delibes El bonarense y el pucelano repiten como candidatos para el gran premio de las letras por cuarta vez. La obra del novelista y ensayista argentino Ernesto Sábato se caracteriza por un profundo contenido intelectual sobre la difícil separación entre las nociones del bien y del mal, y por un estilo inquietante. El ganador del Premio Cervantes de 1984 editó en 1945 Uno y el universo, una colección de artículos políticos y filosóficos en los que censura la moral neutral de la ciencia heredada del siglo XIX. Esta desconfianza en la ciencia le llevó a investigar sobre las posibilidades que ofrecería la literatura para analizar problemas existenciales.

En la actualidad, Sábato reside en Buenos Aires, donde sólo se dedica a la pintura: por prescripción médica, no puede ni leer ni escribir.

Miguel Delibes, también Premio Cervantes, en 1993, cuenta con una trayectoria literaria amplia, destacando La sombra del ciprés es alargada (1948), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), Parábola del náufrago (1969), Las guerras de nuestros antepasados (1975), Los santos inocentes (1981) y Diario de un jubilado (1995). En su obra se puede subrayar la perspectiva irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia o la representación de los hábitos.

Marcado profundamente por la muerte de su esposa en 1974, el escritor vallisoletano -que ocupa el sillón e minúscula de la Real Academia de la Lengua- se encuentra en la actualidad convaleciente de un cáncer de colon, lo que ha detenido prácticamente por completo su carrera literaria.