eL armenio Ararat Agakhayan nunca ha estado nominado a un Oscar y ni siquiera se dedica al cine, pero fue uno de los grandes triunfadores del domingo después de que un joven con una gorra y mandil rojo apareciese por sorpresa con tres cajas de pizza en el teatro Dolby. Aquel repartidor anónimo, de nombre Edgar Martirosyan, resultó ser un empleado de la cadena de pizzerías de Los Ángeles Big Mama's & Papa's, una empresa que Agakhayan, al que llaman Aro, creó con su hermano en la década de 1990. "No tenía ni idea, no estaba preparado. Todo ocurrió de forma natural", declaró este hombre que ayer atendía el teléfono con frenesí por el revuelo que los Oscar han causado en su franquicia.

El domingo, Agakhayan contempló atónito cómo durante 2 minutos Martirosyan y la presentadora Ellen DeGeneres entregaban porciones de pizza de queso y salami a Brad Pitt, Harrison Ford, Martin Scorsese, Jennifer Lawrence y Kevin Spacey, entre otros. Algunos tan hambrientos que no dudaron en devorar los pedazos en directo. En Big Mama's & Papa's sabían que los Oscar habían hecho un pedido, pero el encargo consistía en llevar las pizzas hasta el teatro. Nadie les advirtió de que formarían parte del espectáculo. "Fue una decisión en el último instante tomada por ella (Ellen DeGeneres). Quería sorprender a todo el mundo y que el repartidor saliera en directo", explicó Agakhayan, que indicó que DeGeneres es cliente habitual. Ayer mismo la conocida comediante y presentadora volvió a hacer otro pedido de pizzas para su programa, The Ellen DeGeneres Show, reveló.

julia roberts Unas horas después, el empleado de The Big Mama's & Papa's estuvo en The Ellen DeGeneres Show. "Me sorprendió. No sabía que iba a ser algo como esto. Fue una locura", afirmó Edgar, que además reveló que Julia Roberts es una de sus estrellas favoritas y repartirle pizza fue algo totalmente surrealista. "Es la mujer de mis sueños. Veo todas sus películas y fue una locura para mí para entregarle la pizza", señaló. Durante la gala, DeGeneres hizo una colecta entre los invitados utilizando el peculiar sombrero de Pharrell Williams para darle una buena propina al repartidor. En la ceremonia se recogieron unos 600 dólares y pusieron otros 400 para que Edgar recibiera una propina redonda de 1.000 dólares.

En las últimas horas, Big Mama's & Papa's ha actualizado sus cuentas en las redes sociales para hacerse eco de su paso por los Oscar y tratar de sacar provecho comercial a sus minutos de fama, aunque aún no ha puesto al día su blog. "Es como ganar un boleto de lotería. Genera un alcance muy grande que no hubieran podido conseguir con su presupuesto de ninguna manera", comentó el profesor de mercadotecnia Andrés Terech, de la Escuela de Gestión Anderson de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Si aplicaran las tarifas publicitarias de la cadena ABC durante la retransmisión de los Oscar y la pizzería tuviera que pagar por su exposición, el coste de su promoción habría superado los 7 de euros, según cálculos de TMZ. "Les hicieron un regalo inmenso. El impacto es enorme. Su imagen de marca llegó a la mente de millones de personas", precisó el colega de Terech en la Escuela de Negocios Marshall de la Universidad del Sur de California (USC), Ira Kalb.

Los expertos en marketing hicieron hincapié en la trascendencia para el futuro de la pizzería de las medidas que tome Agakhayan en el corto plazo. "Deberían contratar a alguien que llevara la comunicación, las redes sociales y crear un anuncio relacionado con lo sucedido en los Oscar", dijo Kalb, para quien "la gente va a olvidarlo en un par de días y la empresa tiene que encargarse de recordárselo".