kabul. Las amenazas talibanes y las agresiones de los sectores más conservadores de Afganistán no han impedido que el diseñador afgano Obaidulá Zazai convierta en realidad su pasión, sacar adelante la industria de la moda en Kabul. Zazai es el fundador de una escuela de moda localizada al Este de Kabul, donde en una pequeña habitación, y a pesar de todas las adversidades que ha tenido que superar, da lecciones de alta costura y diseña vestimentas de estilo afgano.

Dice que para él las llamadas o cartas con amenazas de los talibanes o sus simpatizantes son el pan de cada día. Al principio, recuerda, no les daba demasiada importancia, hasta que en 2010, durante un viaje a Jalalabad, estuvo "a las puertas de una muerte horrible". Hombres armados detuvieron el vehículo en el que viajaba y, sin mediar palabra, comenzaron a golpearle, rompiéndole la nariz y varios dedos de las manos. En cuanto se recuperó, volvió a sus actividades como diseñador e impulsor de la moda en Afganistán, llegando incluso a zonas remotas dominadas por los talibanes. En esas áreas resulta normal que los extremistas detengan coches al azar y golpeen o amenacen a sus ocupantes por escuchar música o tener vídeos en sus móviles. Según Zazai, en la mayoría de las ocasiones las amenazas provienen de desconocidos que le piden que deje "de jugar" con su vida y ponga fin a su trabajo en el mundo de la moda, pues afirman que está penalizado tanta por el Islam como por el código pastún. Debido a ello, la escuela de moda de Kabul, que abrió sus puertas en 2006, está localizada en un enclave secreto, donde 26 jóvenes y seis mujeres aprenden a diseñar la ropa de las etnias afganas y se enseña a primerizos modelos a desfilar sobre las pasarelas. Zazai no tuvo esa oportunidad, y cuando quiso formarse en moda tuvo que desplazarse primero al vecino Pakistán, para luego ampliar sus estudios en India.