Parece que los seguidores de la cantante Rihanna no ven con buenos ojos su posible reconciliación con su colega de profesión Chris Brown. A efectos de papel cuché, la pareja del pop fue idílica hasta 2009, cuando aparecieron imágenes de la cantante llena de moratones en la cara, consecuencia de la paliza que le propinó el rapero Chris Brown. El romance terminó con una orden de alejamiento para Brown, que vio como su exitosa carrera musical caía en declive mientras que Rihanna continuaba su ascenso a la fama encabezando las listas de éxitos de radios internacionales. Eso sí: la benévola cantante no tardó mucho en acceder a retirar la orden de alejamiento al rapero con cara de no haber roto un plato.
No obstante, desde hace unas semanas corre el rumor de una posible reconciliación entre Rihanna y Brown, quienes podrían estar viéndose a escondidas, según apuntan las malas lenguas, que todo lo ven. En un primer momento se intentó sofocar esos rumores argumentando que la cantante de Barbados "solo" iba a colaborar con su exnovio en dos canciones, pero a los plumillas de medio mundo esa teoría no les convence.
Del mismo modo, los fans de la artista han mostrado su enfado a través de Twitter en respuesta a la colaboración musical en dos nuevos temas y sobre todo, ante la posibilidad de que vuelva con Brown. Así se sinceraba ayer uno de los fans de Rihanna en la popular red de microblogging: "Tengo que admitirlo, he perdido el respeto por Rihanna. Hacer una canción con un tío que te golpea en la cara no está bien". Ni corta ni perezosa, la de Barbados salió al paso de las críticas y respondió así: "Tampoco es asunto tuyo". Más tarde, la cantante añadía que estaba siendo atacada cibernéticamente por dicho seguidor.
Las cosas así, parece que a Rihanna no le preocupa nada de lo que los demás puedan decir. "Pide a Dios que te perdone y deja los arrepentimientos en el pasado", comentaba ayer a través de su cuenta de Twitter. Como reza uno de sus primeros éxitos (Good girl gone bad), ¿chica buena se vuelve mala?
la mansión de adele Pocas rupturas sentimentales resultan tan rentables. Si no, que se lo pregunten a la nueva diva del pop-soul Adele. A sus esplendorosos 23 años, su álbum 21 -cosecha de un mal de amores tras la ruptura con su novio-, le ha regalado muchas alegrías en forma de fama, reconocimiento, premios -en las últimas semanas se ha llevado 6 premios Grammy y dos Brit, peineta incluida-, y por supuesto, millones. Muchos millones. Prueba de ello es su reciente mudanza. La cantante de portentosa voz ha decidido mudarse del piso que compró en Nothing Hill en 2009 a una mansión en el Condado de Sussex, al sur de Inglaterra.
El nuevo habitáculo está valorado en unos 8 millones de euros y cuenta con 25 hectáreas de jardines, diez habitaciones, piscinas cubiertas y descubiertas e incluso una pista de tenis. Un buen lugar para vivir y concentrarse en su próximo disco, que se prevé que salga al mercado en breve.
La cantante compartirá su hogar dulce hogar con su nuevo príncipe azul, Simon Konecki. Quizá su nueva vida de ensueño le ayude a olvidar la polémica de la peineta que la cantante dedicó a los organizadores de los premios Brit por interrumpir su discurso de agradecimiento, así como el turbio asunto en torno a unas imágenes que pululan amenzadoramente por la red donde aparece una versión de Adele con dos rombos.