Thal bei Graz. Arnold Schwarzenegger demostró ayer que sí se puede ser profeta en la propia tierra, a la que volvió para inaugurar un museo sobre su vida. Que el roble de Estiria es el austríaco más famoso del mundo, con permiso de Mozart y Sisi, quedó demostrado en el recibimiento que le hicieron en lThal bei Graz, a unos 200 kilómetros de Viena. Su cama de juventud, pesas y equipos de entrenamiento que usó de adolescente, fotos de su infancia e incluso el retrete en el que se sentaba se muestran junto a objetos como la réplica de su escritorio de gobernador, un Terminator a tamaño natural y la moto que montaba en esa película.
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