El baño, como repiten los expertos, es una estancia de autocuidado. De ahí que importe tanto que sea cómodo, despejado y acorde a las necesidades de cada persona. En esa línea, los especialistas de Leroy Merlin recuerdan que es el lugar que usamos para el aseo diario y que, por su alto tránsito y el uso constante de agua, mantenerlo limpio puede convertirse en una preocupación recurrente.
Pequeños gestos ayudan: un lavabo con mueble para tenerlo todo guardado y a mano; un espejo antivaho que evita el cerco tras la ducha; grifos en acabado blanco o tratamientos anti-huellas para minimizar marcas de cal y dedos. Todo suma a esa sensación de orden e higiene que buscamos cuando diseñamos un baño para nuestra casa.
Desde Stoneweg Living lo resumen en tres pilares: constancia, productos adecuados y buen oficio. El mantenimiento del hogar va más allá de lo decorativo: con la estrategia correcta, se previene la aparición de moho, la película de jabón y los depósitos minerales, de modo que la ducha se mantenga higiénica y reluciente. Y si hay un punto crítico que reclama atención, ese es el área de ducha: la base y las juntas sufren más y conviene protegerlas bien para que el paso del tiempo no pase factura y siga siendo segura.
La alternativa al plato de ducha tradicional
En reformas recientes gana peso una solución que interioristas y arquitectos señalan como más segura, práctica y limpia: sustituir el plato de ducha elevado por una zona de ducha integrada y totalmente impermeabilizada (la famosa ducha “a ras de suelo”). Para ejecutarla con garantías, una pieza se ha convertido en protagonista del carrito de obra: la Lámina Impermeabilizante DRY 50-240 REVESTECH de Leroy Merlin.
Con una valoración media de 4,6/5 y un precio de 24,46 euros, esta lámina de fieltro de poliéster está pensada para impermeabilizar muros y suelos cerámicos en interior, creando una barrera continua bajo el pavimento que evita filtraciones y facilita la limpieza diaria. Según el fabricante, la DRY 50-240 mide 120 × 200 × 0,05 cm (ancho × largo × espesor) y es compatible con suelo radiante eléctrico, así como con piscinas y espacios húmedos como baños o saunas.
¿Por qué ayuda a tener el baño limpio?
En la práctica, su función es sencilla y decisiva: se instala bajo el revestimiento para sellar la envolvente de la ducha, reduciendo al mínimo el riesgo de humedades en juntas y encuentros; eso significa menos moho, menos costra de jabón y una superficie más fácil de repasar con la limpieza básica. Combinada con un pavimento antideslizante y una mampara fija, la ducha a cota cero logra un baño más accesible, más amplio a la vista y menos propenso a manchas persistentes.
Una ducha accesible, limpia y antideslizante no es solo una cuestión estética: es seguridad, salud y comodidad en el día a día. La entrada a ras de suelo evita escalones y facilita el uso a personas mayores, niños o quien tenga movilidad reducida, reduciendo el riesgo de caídas, uno de los accidentes domésticos más comunes. Los revestimientos antideslizantes y una pendiente bien ejecutada hacia un desagüe eficiente evitan resbalones y charcos; la impermeabilización bajo el pavimento previene humedades y moho. Si además se priorizan superficies continuas, la limpieza es más rápida y el baño se mantiene higiénico durante más tiempo, con menos cal y menos rincones problemáticos. En conjunto, una ducha bien diseñada permite usar el baño con autonomía, alarga la vida de la reforma y convierte la higiene diaria en una rutina sencilla, segura y agradable.
