ESCRIBIR sobre Shinova esredactar letras cargadas defuturo. Dos años de escarmientoy dos discos como dos hijosherederos a cuestas. El gruposurgió como ellos relatan en la noche,cuando Gabri y Ander buscaban“la manera de renovar loslatidos de sus corazones”. A continuación,se gestó el nombre deun “brainstorming muy divertidoy sin sustancias psicotrópicas,todo legal”, aclaran.

Al bajista abadiñarra AnderCabello y al cantante berriztarraGabriel de la Rosa se les unieronel batería de Berriz Eneko Urzelaiy los guitarras Xabier Laria, deDurango, y Argi All Reasons, deMungia. Shinova son actualidad.Acaban de grabar la banda sonorade un serie de animaciónque se emitirá en Antena Neox.“Sí, es cierto. Acabamos de salirdel estudio. Hasta aquí podemosleer”, avanzan.

De lo que sí pueden hablar, ysi les dejan, tendido… es sobre susegundo disco, La ceremonia dela confusión, que nada tiene queenvidiar a la factoría Söber, Skizoo…“Shinova tiene su propiocamino, ritmo natural. Lo importantees disfrutar a cada pasoque damos. Hace falta que el públicovuelva a valorar el trabajoque hay detrás, lo enriquecedorque puede ser encontrarte a timismo en una canción, en unconcierto, como antaño”.

Como antaño, pero a diferenciade la eterna mayoría de bandas,buscando el reconocimiento en elEstado, incluso, el profesionalismoen tiempos de crisis económica yde la industria musical y cuandomás grupos y mayor calidad hay enel mercado. “Creemos en esto tantocomo en nosotros mismos”, zanjan,y aseguran que el grupo es un“ente vivo”, que les da, les quita; élles mima o los destruye, “pero en todo momento la sensación es deestar en el camino correcto. Una relaciónde amor incondicional. Unaevolución lógica”, enfatiza Ander.

En este segundo disco, en algúnmomento suena la voz de Gabri aBunbury, pero más enriquecida enmatices que la del maño. Es fácilimaginarse al silencioso héroe endueto con Gabri en El ermitañooen Abatida marioneta. Sin embargo,“el hombre que se está operandola cara para parecerse a JinMorrison no es invitado a cantaren Shinova. Lo sentimos por él”, leenvían mensaje.

Antes, el disco se abre con Trescientostreinta y tres, un single entoda regla. “El orden del disco fluyóde manera muy natural, cada canciónhablaba y nos decía dondequería situarse, en que posición.

Alguna canción fue expulsada de laclase por pelearse con otra. Las elegidastuvieron que luchar en unapremaqueta entre 37 cancionescandidatas para el disco”.

Shinova se ha sumado a losgrupos que invitan a descargarsesu cedé por Internet y en vez de cobrarun dinero, admiten donacionesbajo el lema ‘paga lo que creasjusto’. “Nos estamos sorprendiendocon la respuesta del público”,enfatizan y explican que enun principio creían que en “el paísde las panderetas el 100 % se haríaun simpaal descargarse nuestrodisco de nuestra web (www.shinovarock.com). Es muy agradablecomprobar que muchos fans valorannuestras canciones, tambiénhay bastantes donaciones desdeSuramérica y EE.UU. Un acierto,sí señor”.

Otra apuesta puede ser enbreve rular en formato acústico.“Por cuestiones de fechas hemostenido que atrasar el tema, peroseguramente podremos disfrutarde La ceremonia de la confusiónen versión acústica y muycerquita de nuestros peregrinajeshabituales”, adelantan. Eneste disco, se agradece que elgrupo haya querido arriesgar concanciones como Durgao Lejosdel sol, balones de oxígeno experimentalesque enriquecen laesencia Shinova. “Es que nosgusta sentir el vértigo”, contraponen.

Canciones como estas yde su primer disco, Latidos,volverána tronar a partir de octubreen una gira que arrancarán junto“al madrileño y querido grupoTenpel”, apuntan y aseguran queanunciarán las fechas “en las redesantisociales”.

Shinova se despiden como biennacidos. “Muchas gracias por estaentrevista, nuestra proyección promocionalesta más centrada a nivelestatal y mola que tus vecinossepan que en lo que andas metidono siempre tiene que ver con el traficoilegal de nutrias silvestres o loscaramelos con droga”. Ahí quedaeso.