No solo hay ingleses en los alrededores de San Mamés. Este miércoles por la mañana, horas antes antes de la final de la Europa League, son decenas los bilbainos curiosos que han acercado a las inmediaciones de Sabino Arana y Alameda de Urquijo para conocer en persona todo el dispositivo que se ha organizado en torno a esta gran cita para la ciudad. 

Jon y Ana son una pareja de jubilados que, con una jornada de sol y calor como la de este miércoles, se han acercado desde Santutxu para ver el escenario que esta tarde acogerá a decenas de miles de aficionados ingleses. Reconocen que “teníamos curiosidad. Después de tanto oír hablar de esto de la final queríamos comprobar a ver si era para tanto”. Y su opinión es que sí, que es para tanto. Comentan que “es alucinante todas las vallas que han puesto para controlar a los aficionados. Parece bien montado”. 

Inés y Clara tenían que venir a la academia Newton ubicada al lado del campo, a seguir sus cursos, pero tampoco ocultaban su sorpresa después de pasar los controles establecidos. Aseguran que “esto está mucho más tranquilo que cualquier otro día y la verdad es que el operativo es alucinante”. Les sorprendía “ la cantidad de personal con petos verdes de la UEFA que está distribuido por toda la zona. Ayudan mucho”.

Mientras el helicóptero de la Ertzaintza vuela ya vigilante a media mañana el estadio de San Mamés, Juan y Pilar preguntan a uno de esos empleados a ver si pueden pasar andando hacia el campo. “Nos han dicho que no se puede pasar por aquí”, indica Juan con tristeza, aunque Pilar le comenta que por lo bajini que “he oído a unos chicos que se puede bajar por Sabino Arana, por la acera de la entrada del Mercadona”. Dicho y hecho, allí se encaminaban para ver si podían acercarse lo máximo posible al estadio al que ellos van habitualmente como socios del Athletic Club

Terrazas llenas

Mientras tanto, la afluencia de aficionados ingleses, tanto del Manchester como del Tottenham es mayoritaria y sobre las 11.15 de la mañana, ya copaban algunas de las terrazas abiertas en los bares circundantes, y también tomaban fotos de todas las instalaciones que se han habilitado alrededor del estadio.

Un campo de San Mamés al que sacaban fotos tanto por su estética como por los goles que la pantalla gigante del Athletic está emitiendo de los clubs que esta tarde se verán las caras en el césped de su interior.