París. El director franco-polaco Roman Polanski ganó ayer el César del cine francés al mejor director por The Ghost writer (El escritor fantasma), con lo que sumó su tercera estatuilla gala, en ese apartado. El cineasta, que ya recogió el premio en 2003 por The pianist (El pianista), agradeció el galardón por una película "que se terminó en la cárcel". De esta forma hizo referencia a los problemas judiciales que tuvo en Suiza el año pasado, donde pasó meses de arresto a causa de la orden de extradición cursada por Estados Unidos por un presunto delito sexual, cometido en 1977.

"Quiero agradecérselo a todos los que me han apoyado", afirmó emocionado el director, que había subido al escenario con anterioridad para entregar el premio al mejor director debutante.

The ghost writer se trata de un thriller político que trata sobre las memorias del ficticio ex ministro británico Adam Lang. El último trabajo del aclamado director se llevó, en total, cuatro de los premios de la Academia francesa.

Otro de los premios importantes de la noche fue el que se llevó The Social Network (La red social), premiada como mejor película extranjera, exactamente un día antes de poder salir sobre los hombros en los premios de Hollywood, a los que también llegará como máximo aspirantes.