Washington. El creador de Facebook Mark Zuckerberg se ha sumado este mes al club de los multimillonarios de EE.UU. que donarán la mayor parte de su fortuna a obras caritativas en un anuncio que culmina la que algunos han acuñado ya como "década filantrópica".
El encargado de inaugurar la tendencia fue el inversor Warren Buffett, un magnate famoso por su frugalidad, que en junio del 2006 sorprendió a sus compatriotas y al mundo al prometer que destinaría el 99% de su patrimonio, valorado en unos 50.000 millones de dólares, a causas benéficas. "Quiero dejarles a mis hijos lo suficiente para que sientan que puedan hacer cualquier cosa que deseen pero no tanto como para que no tengan ganas de hacer nada", le gusta decir a Buffett. Este año, él y sus amigos Bill y Melinda Gates, que también han prometido ceder la mayoría de su capital, lanzaron oficialmente The Giving Pledge (La Promesa de Dar), una campaña que invita a los estadounidenses más ricos a destinar su fortuna al bien común. "A menudo las vastas colecciones de posesiones acaban por poseer a su dueños", señala Buffett en una carta en el sitio web de The Giving Pledge en la que invita a los afortunados como él a seguir sus pasos y en la que asegura que su activo más preciado, "aparte de la salud", son los buenos amigos.
A solo unos días de que acabe el año, casi 60 multimillonarios se han sumado ya a La Promesa de Dar. La lista incluye al director de cine George Lucas, al empresario Ted Turner, el magnate David Rockefeller, el inversor Carl Icahn y el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, entre otros. "La realidad de las grandes fortunas es que ni las puedes gastar ni te las puedes llevar contigo", explica Bloomberg en su "promesa de dar", en la que asegura que el grupo formado por Buffett y Gates puede tener un impacto "sin precedentes en lo que la filantropía puede alcanzar". La cultura filantrópica está profundamente arraigada en EE.UU., donde hay 1,5 millones de ONG, más de 60 millones de voluntarios e infinidad de movimientos comunitarios. La que Buffett describe como "la sociedad más generosa del planeta" ha donado a causas benéficas más de 300.000 millones de dólares anuales en los últimos años.
"Un año de regalos" Estos días ha saltado a los medios la historia de Reed Sandridge, un ex empleado de una organización sin ánimo de lucro de la capital estadounidense que se quedó sin trabajo en septiembre del 2009. "Me deprimí un poco. Quería conseguir un trabajo (...) realmente quería algún tipo de responsabilidad y también conectar con mi comunidad local", explica Sandridge en una entrevista con el blog Huffington Post. Tras analizar sus finanzas, descubrió que tenía ahorros para un año y algún dinero sobrante que decidió entregar al ritmo de diez dólares diarios a un extraño que lo necesitase en una especie de experimento social. Un año más tarde, Sandridge, que relata su experiencia en el blog A year of giving (Un año de regalos), está mucho mejor y no sólo porque ha encontrado trabajo sino porque asegura que el dar lo ha convertido en un ser humano "más rico". Dice ser consciente de que los diez dólares diarios que donó durante un año no pueden cambiar la vida de nadie, pero confía en que el acto de dar inspire a otros a perseguir los ideales que el filósofo francés Auguste Comte imaginó cuando acuñó el término altruismo.