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Histórico olvidado

Un notable apellido en Bilbao partido en dos

Martín Sáez de Lanaja fue un rico personaje bilbaino de los siglos XV y XVI dedicado al comercio marítimo

Un notable apellido en Bilbao partido en dosFONDOS DE LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Aquel derribo de la casa noble en 1898 supuso, para los amantes del Bilbao histórico, la caída del viejo mundo, el adiós al Bilbao mercantil de la ría y el puerto, devorado por las fauces de las máquinas del progreso y las fábricas. La casa de la que les hablo era propiedad de Martín Sáez de Lanaja (1478-1532), un prohombre que vivió entre los siglos XV y XVI que hizo colosal fortuna dedicándose al comercio marítimo. Tanto tiempo ha pasado desde entonces que su apellido se recuerda partido en dos: La Naja. Un cuadro, de mediados del siglo XIX, que tenía la familia Ortiz de la Riva y que fue reproducido por Labayru, en su clásica historia de Bizkaia, muestra este paraje de La Naja, con las dos casas principales que había en él y que eran las de Lanaja y la de los Ortiz de la Riva, colindante a ella. Un fuerte muro flanqueaba ambas casas y, sobre él, una verde y florida galería de arcos, con abundante arbolado de afilados cipreses. Allí vivía Martín.

En su casa, ribereña de la Ría y derribada en 1898, se terminó de redactar el Fuero Nuevo para el Gobierno de Bizkaia

Cuentan las crónicas que la suya fue una vida con frondoso protagonismo. Fue regidor y bolsero del Concejo de la villa, además de pertenecer a la Universidad de Mercaderes y Consulado de Bilbao por real cédula de la reina Juana de Castilla de junio de 1511. Seis años antes de fallecer Martín, esto es en 1526, y durante diez días de agosto (del 10 al 20 del mismo mes...), se reunió, en su casa ribereña de Bilbao, la comisión designada por las Juntas Generales de Gernika, bajo la presidencia del corregidor Licenciado Pedro Girón de Loaysa, para reformar el Fuero Viejo, recopilado en 1452. De seis a diez de la mañana y de una a cinco de la tarde, se dedicaron los comisionados a esta importante tarea, entregando el manuscrito, el día 20, al corregidor que, a su vez, lo pasó a dos escribanos que, desplazados a Gernika, pusieron en limpio el texto definitivo, el cual fue aprobado el día 31 de dicho en mes, en la casa de Lanaja, de Bilbao y de aquí enviado a Valladolid, donde el emperador Carlos V lo confirmó el 7 de junio de 1527 tras ser presentado por Íñigo Urtiz de Ibargüen y Pedro de Baraya y confirmado. Ese mismo año se imprimió en Burgos.

Tan importante acontecimiento histórico motivó que, bajo uno de los dos escudos que ostentaba la fachada de la casa de los Lanaja, en Bilbao (porque la orilla de la Ría era bilbaína, aunque la zona interior fuera Abando...), se colocó una inscripción que decía: “Casa de Martín Sáez de Lanaja donde se reformó el Fuero de Vizcaya, año de 1526”.

Siendo vecino notable y acaudalado de Bilbao, Martín Sáez de Lanaja se distinguió por varios actos de patriotismo y de munificencia a lo largo de su vida. La casa madre, si es que podemos llamarla sí, se derribó en 1898 y los escudos se trasladaron a la fachada del palacio de Saráchaga, en Güeñes, perteneciente a los Arrieta-Mascarúa.

Fue regidor y bolsero del Concejo de la Villa y perteneció a la Universidad de Mercaderes y el Consulado de Bilbao

Martín Sáez de Lanaja era hombre perteneciente a la categoría de los llamados huéspedes, que servían de fiadores, protectores y consignatarios a los dueños y maestres de naos extranjeras que venían en cierto número entonces desde Bretaña, Flandes o Inglaterra. Como ven, sus rasgos de carácter fueron distinguidos y reconocidos por la Europa floreciente de aquel entonces, desde donde le prestaban fuertes confianzas.

Asegura Manuel Basas que el apellido vasco Lanaja parece haberse perdido en el País Vasco, si bien hubo una ramificación aragonesa. Su problemática etimología, para unos (López Mendizabal), la deriva de un lugar abundante en pastos (lana), pero Sabino Arana la interpreta como el muelle, acepción que, históricamente, encajaría bien con la familia de mercaderes que edificó su casa, sobre la orilla izquierda de la Ría y puerto interior de Bilbao, teniendo a sus espaldas la anteiglesia de Abando.