Con el paso del tiempo, el euskera va ganando cada vez más terreno. Según indican los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que cerca de 1,4 millones de personas conocen esta lengua, que alberga un sinfín de curiosidades sobre su misterioso origen, gramática y otras particularidades, como su expansión. 

A lo largo de los siglos, el pueblo vasco ha emigrado a otros rincones del mundo, tales como América, Groenlandia e incluso Islandia. Precisamente este último país es donde el euskera le abrió el camino a un nuevo idioma.

El puerto de Húsavík, Islandia, en una imagen de archivo. EP

Un origen basado en el comercio 

Tal y como señala la Revista Internacional de los Estudios Vascos, los siglos XVI y XVII fueron muy importantes en la historia vasca, debido al contacto de los marineros euskaldunes con tribus de la costa este de Norteamérica.

Estos nativos eran los mimacs, los inuit de Labrador o los beothuk de Terranova, entre otros. Como resultado de estos contacto, nació una pidgin fusión, fruto del euskera y lenguas amerindias. Es decir, una especia de proto-idioma que facilitara la comunicación entre pueblos. 

Casas y edificios coloridos en la ciudad de ReIkjavik, Islandia. Freepik

La comunicación se consigue mediante la simplificación del vocabulario y el uso de estructuras simples, dando así lugar a un idioma de "entendimiento mutuo" que mezcla dos o más lenguas. De morfología sencilla, incluye palabras de las lenguas maternas de los hablantes. 

Asimismo, en aquella época, los vascos fomentaron el comercio con los islandeses, realizando operaciones comerciales y pagando tasas. Como consecuencia, este pidgin fue imprescindible en la relación entre ambos pueblos, creándose así el vasco-islandés.

El idioma vasco-islandés

De acuerdo con la mencionada publicación, aquella relación entre vascos e islandeses, fundamentada en el comercio generado por la explotación de los recursos que la ballena ofrecía, creó un pidgin que dejó un legado escrito en varios documentos o manuscritos.

El primero de ellos trata de un glosario denominado ‘Vocabula Gallica’; el segundo se llama ‘Vocabula Biscaica’, y el tercero, un glosario incompleto, recibe el nombre de ‘Basknesk ordasofn’. Se cree que todos ellos son pertenecientes a la segunda mitad del siglo XVII.

Tonos verdes, rosas y morados cubren el cielo de Islandia. Freepik

Guiándonos en las tesis de Nicolaas Gerardus Hendricus Deen, los citados manuscritos se encontraron en Vestfirdir, al noroeste de Islandia. Asimismo, la revista sostiene que se desconoce la autoría de los manuscritos, así como otros datos relativos a su redacción. 

En cuanto a los glosarios, se calcula que el pidgin vasco-islandés aparece registrado en 519 palabras en el primero, 228 en el segundo y 11 en el tercero. Eso sí, los estudios determina que, a juzgar por los términos analizados, los escritores eran islandeses. 

Ejemplo claros

Para comprender mejor esta fusión entre euskaldunes e islandeses, nada mejor que echar un vistazo a las palabras surgidas. Como es de suponer, todas ellas evidencian semejanzas tanto de la lengua vasca como de la nórdica.

Respecto a los verbos, es frecuente ver algunas formas como ‘trucka’ (comprar), ‘presenta’ (dar) y ‘travala’ (hacer). También podemos apreciar préstamos de otras lenguas en las expresiones ‘for mi’ y ‘for ju’ del inglés, al igual que ‘mala’ del castellano. 

En referencia a la palabra ‘cavinit’, puede estar compuesta, como ocurre con el euskera, en dos partes (‘ezer ez’, ‘cavi-nit’) , cuyo significado sería ‘de nada’ en castellano. Por si fuera poco, ‘nit’ (no) es de origen germánico, familia en la que está emparentada el islandés.

Acerca de Islandia 

Islandia es un país europeo en el Atlántico Norte, famoso por su impresionante paisaje natural. Es conocido por sus volcanes activos, géiseres, fuentes termales y glaciares. La capital, Reikiavik, donde se concentra la mayoría de la población.

Este país es un pionero en el uso de energías renovables, especialmente la geotermia y la hidroeléctrica, lo que la convierte en uno de los más sostenibles del mundo. Sus auroras boreales atraen a turistas internacionales, sobre todo durante el invierno.