Si te digo si has usado alguna vez un estilógrafo de tinta seguramente me contestarás de qué te estoy hablando, pero si lo que te pregunto es por un rotring entonces ya sabes de lo que va. Para una marca el mayor éxito es que sus clientes la utilicen para referirse a uno de sus productos, incluso aunque sea de su propia competencia. Durante años hablar de una cámara Polaroid era sinónimo de cámara instantánea. Ya no hacía falta esperar días desde que hacíamos una fotografía: disparábamos y listo, teníamos en nuestra mano la instantánea del cumpleaños que acabábamos de fotografiar.

El autor de todo esto fue Edwin Herbet Land quien en 1947 lanzó la primera cámara con papel que permitía ver la foto en 60 segundos. A pesar de su elevado precio fue un éxito económico para su marca, Polaroid. Su monopolio se vio amenazado por Kodak que en 1976, copiando descaradamente 7 patentes, decidió sacar una cámara de este tipo. En el año 1985 Kodak se vio obligado por una sentencia judicial a dejar de fabricar esas cámaras y papel fotográfico y devolver el dinero a sus compradores, además de pagar una multa de más de 900 millones de dólares.

Tanto Kodak como Polaroid no aguantaron el tirón de la fotografía digital ni de los teléfonos móviles y entraron en quiebra, pero desde el año 2016 ha vuelto a repuntar la compra de este tipo de cámaras y papel fotográfico, gracias sobre todo a la marca Fuji, que supo crear un producto con un precio muy asequible. Hay más de siete modelos en el mercado en la actualidad, incluidas las de la marca Kodak y Polaroid; alguien compró su nombre para poder hacer negocio. La mayoría de sus compradores son nostálgicos que tuvieron alguna de esas cámaras, que les divierte revivir los colores saturados y sobre todo tener en papel en ese instante una fotografía sobre la que hablar y pasar de mano en mano.

Hay que cargarla Si tienes una de estas cámaras o estas pensando en comprar una, voy a darte algunos consejos para que sepas cómo funcionan y poder usarlas como un profesional de la fotografía. Tendrás que tener siempre una buena provisión de papel fotográfico y acordarte de cargar la cámara. Parece algo obvio, pero en la era digital no todo el mundo lo tiene en cuenta y he visto cómo alguien sacaba su cámara para inmortalizar el momento y se había olvidado el papel en casa. Un pack para 8 fotografías viene a costar unos 16 euros, 2 euros la foto. Cuando sale el papel, deberemos dejarlo al sol para que el proceso químico para el que está preparado haga el milagro. Lo que no tenemos que hacer nunca es eso que hemos visto en las películas, sacudir la foto para que el proceso se acelere. Grave error, en la mayoría de los casos: esos movimientos pueden hacer que los productos que tienen que revelar el fotograma se muevan y acaben haciendo que la foto salga mal.

Al tratarse de cámaras semiautomáticas, deberás revisar los ajustes antes de disparar. No está de más que en este caso leas el manual con detenimiento ya que estas cámaras no son capaces de hacer fotos a cualquier distancia ni con cualquier luz. Es complicado cambiar el chip de hacer fotos con un teléfono móvil en las que podemos apretar el disparador las veces que nos de la gana con el de este tipo de cámaras analógicas en las que solo tienes un intento. No se cuánto durará esta moda, pero si quieres vivir una experiencia fotográfica diferente, hazte con uno de estos modelos y haz fotos en grupo.

@juandelaherran