Las setas shiitake son originarias de Asia pero ya son muy comunes en nuestras cocinas. Con el tiempo, están ganando reconocimiento no solo por su sabor, sino también por sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Nuevos estudios publicados en ScienceDirect por varios grupos de investigadores sitúan este hongo entre los alimentos con mayor potencial para reforzar el sistema inmunológico, reducir la inflamación y contribuir a una vida más saludable.

Una composición ideal

Los efectos tan positivos del shiitake se deben a su alta concentración de polisacáridos, un compuesto que en mencionados estudios ha mostrado capacidad para mejorar las defensas de nuestro sistema inmune. Además, contiene antioxidantes naturales que ayudan a paliar el daño celular causado por el estrés oxidativo, uno de los principales mecanismos del envejecimiento.

Setas Shiitake secas Pixabay

Otro elemento relevante es que son ricos en compuestos antimicrobianos, que inhiben el crecimiento de bacterias y hongos en nuestro organismo. Estas propiedades, entre otras, convierten a las setas shiitake en un aliado contra infecciones y problemas relacionados con la salud intestinal.

Aliado cardiovascular y metabólico

El consumo regular de shiitake puede ayudar a tener una correcta salud cardiovascular. Diversas investigaciones sugieren que sus compuestos ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”). También se le atribuye un efecto antiinflamatorio que protege las arterias y tejidos de posibles daños crónicos.

A nivel metabólico, las setas shiitake ofrecen un aporte equilibrado de fibras, vitaminas B (B2, B5 y B6) y minerales como cobre y zinc, necesarios para varias funciones celulares. Estos nutrientes contribuyen al equilibrio energético, la producción de enzimas antioxidantes y la regulación del sistema nervioso.

Un alimento que envejece bien

La popularidad del shiitake como “alimento para no envejecer” responde tanto a su perfil nutricional como al interés de la comunidad científica por alimentos naturales con efectos preventivos. Su consumo frecuente, en combinación con hábitos saludables, podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar nuestra inmunología y frenar el envejecimiento celular. Las shiitake contienen unos antioxidantes naturales que neutralizan a las moléculas que dañan nuestro ADN, proteínas y membranas celulares. Así, el organismo sufre menos deterioro celular, lo que retrasa procesos de envejecimiento.

En un momento en que la prevención está cada vez más presente entre nosotros, el consumo de shiitakes es una opción segura, accesible y con respaldo científico para integrarse en una alimentación consciente y orientada al bienestar a largo plazo.

El shiitake, además, destaca por su sabor y versatilidad. Y en muchas casas, ya forma parte de la dieta habitual. Se puede preparar salteado, en sopas, cremas, revueltos, arroz o incluso al horno. Además, al ser un alimento con pocas calorías pero muchos micronutrientes, es apto para personas con diabetes tipo 2, hipertensión o colesterol elevado. Eso sí, siempre en el marco de una alimentación equilibrada.