La mayoría de las personas han desarrollado un vicio al móvil. Se pasan el día mirando la pantalla, hablando con gente o viendo vídeos a través de redes sociales. Y la salud de nuestra batería cada vez dura menos. Así que para muchos ya es costumbre llevar un cargador en el bolso y buscar enchufes en cualquier lugar con tal de tener batería suficiente en el dispositivo.
Pero el problema no está ahí, sino en los problemas que puede suponer dejar el cargador enchufado. Al llegar a casa, lo primero que solemos hacer es poner a cargar el teléfono. Por eso, lo más cómo es ya encontrárnoslo enchufado y solo tener que enchufar el lado del móvil. Error. En ese rato que el cargador ha estado enchufado sin cargar nada, han podido suceder muchas cosas.
Probabilidad de incendio
En primer lugar, y lo más obvio, es el gasto de energía. Podemos creer que como no está cargando ningún dispositivo, no gasta energía. Error, de nuevo. Existe la "carga fantasma" por la que el cargador sigue recibiendo energía. Y aquí, suceden dos cosas. Por un lado, que esta "carga fantasma" equivale a un gasto de entre el 7% y el 11% de la factura de la luz. Y, por otro lado, que al seguir "en uso" el cargador está sometido a desgaste y batería. Así que, quitarlo supone incrementar su vida útil.
Sin embargo, lo peor es que el cargador sigue generando calor, lo que puede llevar a un sobrecalentamiento y hasta provocar cortocircuitos que desencadenen un incendio. Por eso, es importante evitar dejar el cargador enchufado cuando te vas de casa, pero también evitar dejar el móvil cargando durante la noche. Y, más aún, evitar cargarlo en un enchufe cercano a la cama y, en concreto, a la cabeza.
Para ello, es recomendable incluir en la rutina hábitos como cargar el móvil solo el tiempo necesario, a ser posible durante el día, elegir un enchufe alejado lo más posible de materiales fácilmente inflamables o cada vez que salgas de casa, revisar si algo queda enchufado. Por supuesto, esto ocurre con cualquier tipo de enchufe y no únicamente con el móvil. En caso de que hayas observado que te cuesta adquirir el hábito, puedes optar por métodos como poner un alarma en el móvil para que te avise de cuando deberías quitar el cargador o, incluso, post-its en los enchufes.