Un equipo internacional del que forma parte el profesor Ikerbasque de la UPV/EHU y asociado al Donostia International Physics Center (DIPC) Tom Broadhurst ha encontrado la galaxia enana más lejana detectada hasta ahora y una de las primeras que se formaron tras el Big Bang.

El estudio, que utilizó para las mediciones el Telescopio Espacial James Webb (JWST), ha concluido que las galaxias que se formaron en el universo primitivo eran "normalmente muy pequeñas" y se fueron "fusionando por gravedad mutua hasta formar galaxia como la Vía Lactea", ha informado la UPV/EHU en un comunicado.

Enana y de baja luminosidad

La galaxia detectada, "pequeña y de muy baja luminosidad", se formó "solo 500 millones de años después del Big Bang, cuando el volumen del universo era unas mil veces menor que el actual", explica Broadhurst.

El equipo internacional que ha llevado a cabo el estudio, que ha sido publicado por la revista Science, cuenta con una gran asignación de tiempo del JWST para estudiar estrellas y galaxias en el universo lejano a través de lentes gravitacionales.

A principios de este año el equipo había medido el espectro de varias estrellas y galaxias y se sintió "muy emocionados al detectar una galaxia con un desplazamiento al rojo muy elevado", añade.

Webb captura la fusión galáctica Arp 220: Una impresionante colisión de dos galaxias espirales Sebastian Carrasco

Las últimas observaciones permitieron al equipo confirmar que la estimación de la distancia de esta galaxia "es fiable al 100%" porque ha podido reconocer "elementos distintivos en su espectro, como hidrógeno, carbono, oxígeno y neón, que provienen de su gas caliente", explica el científico.

Las mediciones del tamaño de esta galaxia han revelado que se trata de una galaxia enana de muy baja luminosidad situada a 13.200 millones de años luz.

Telescopio James Webb

Estas mediciones han sido realizadas "gracias a la alta resolución del telescopio James Webb combinada con el poder magnificador de un cúmulo masivo de galaxias que se encuentra en primer plano, que actúa como una lente gigante", explica Broadhurst, experimentado espectroscopista y experto en lentes gravitacionales.

Esta galaxia "no era el objetivo principal" del equipo científico, pero "afortunadamente apareció en las imágenes obtenidas con el James Webb, por lo que se decidió añadirla a la lista de objetivos para una espectroscopía de seguimiento", explica.

Este "descubrimiento fortuito" ha llevado al equipo a concluir que "es muy posible que este tipo de galaxia enana y poco luminosa sea típica de las primeras galaxias que se formaron en el Universo primitivo, en lugar de galaxias más brillantes como afirman otros grupos que no utilizan lentes gravitacionales".