besançon. "No queda más remedio que atacar en la montaña". Cadel Evans acabó la contrarreloj de Besançon con rostro serio, sabedor de que a su sueño de revalidar el triunfo de 2011 en el Tour de Francia le ha salido un enemigo complicado en la persona de Bradley Wiggins. El australiano del BMC se dejó ayer 1:43 en la lucha contra el crono y observa cómo la desventaja que le separa del inglés del Sky es ya de casi dos minutos (1:53). Por lo tanto, la estrategia está clara, no queda otra que correr al ataque, arriesgar.

No acabó demasiado satisfecho Evans con su trabajo en la contrarreloj, pero la rendición no va con su carácter. "El Tour no está terminado", le dijo a todo aquel que le quiso escuchar, quizás para convencerse a sí mismo de que aún queda mucho terreno por recorrer, muchas jornadas por disputar. "Es cierto que no estoy en una situación óptima pero queda terreno para atacar y tratar de recuperar el tiempo perdido", afirmó Evans sobre la estrategia a seguir que ha dictado la dictadura de la carretera, más aún si se tiene en cuenta que "al tiempo perdido hay que añadir que queda otra contrarreloj" -la víspera de la llegada a París-. Tengo que intentar recuperar el tiempo en la montaña, en los puertos, hay que atacar antes de la última crono. Todavía es posible ganar a Bradley Wiggins".

Su director en el conjunto BMC, John Lelange, tampoco se separó demasiado del discurso de su pupilo. "Queda mucho Tour y hay terreno para recuperar", aseguró a la conclusión de la jornada, al tiempo que reconoció que la contrarreloj no salió todo lo bien que esperaban. "Está claro que estamos un poco decepcionados con el tiempo cedido, pero no hay que dramatizar. Tenemos terreno por delante. Ahora hay que analizar la situación y ver cómo podemos recuperarlo", dijo el belga.

Lelange no quiso hablar sobre la posibilidad de que varios de los equipos con aspirantes a la victoria final formen una alianza para tratar de derrocar al poderoso Sky. En principio, no cree que ese tipo de uniones lleguen a buen puerto porque "cada uno tiene sus intereses y correrá en función de ellos, no creo que vaya a haber alianzas. Además, considero que Cadel ha salido fortalecido con respecto a otros rivales. Hemos ganado tiempo a Menchov y Nibali. Dijimos que correríamos sin mirar a Wiggins, que es un especialista, y vamos a tratar de gestionar esta situación lo mejor posible".