Pelucchi, por los pelos

bilbao. José Joaquín Rojas, doce veces entre los diez primeros en las 15 carreras que ha corrido esta temporada, una victoria, en Mallorca, ante Gorka Izagirre, echó el resto en un golpe de riñón desesperado y con la misma inercia se fue a ver la foto finish. "Como venía lanzado y remontando", explicó después, "tenía la esperanza de haber ganado. Fue muy justo, en la imagen casi ni se podía distinguir". Perdió el murciano. Por lo pelos. Un centímetro. Le ganó Pelucchi, Matteo, italiano de Giussiano, 21 años, un velocista puro y pesado -se queda, dicen, en un badén y, de hecho, ayer se cortó en todos los puertos de la jornada que tuvo a Ventoso, Cabedo y Hoogerland 100 kilómetros escapados- que fichó el Geox un poco por su palmarés y velocidad y otro poco por su conmovedora historia.

Es esta. El año pasado, Pelucchi, que desde hace tres años sale con Marina Romoli, ciclista italiana, solo corrió durante seis meses. Una mañana de junio entrenaban ambos acompañados del también aficionado Samuele Conti cuando un coche arrolló a Romoli, que salvó la vida casi de milagro y por la rápida y acertada intervención de los dos ciclistas, pero se quedó paralizada de cintura para abajo. Pelucchi se apartó de la bicicleta. Si su novia no podía volver a andar, él se quedaría junto a ella. Nadie pudo convencerle, salvo la propia Romoli, que le rogó que volviera a competir. Lo hizo. Y le fichó el Geox.

Ayer, en Almería, tras sobreponerse a todos los puertos de la jornada, entró en la recta de meta, se lanzó lejísimos, a 250 metros, y pese a tener el viento en contra resistió la llegada de José Joaquín Rojas para lograr su primera victoria, y la del Geox, por un centímetro. Por los pelos.

En la Kuurne-Bruselas-Kuurne, triunfó al sprint de Christopher Sutton, del Sky, mientras que en el Gran Premio de Lugano Ivan Basso pudo con el bravo Fabio Duarte en los metros finales tras la demostración del colombiano del Geox en la montaña.