bilbao

sÓLO tres ciclistas, Roger de Vlaeminck, Rik Van Looy y Eddy Merckx, han sido capaces de ganar al menos una vez los cinco monumentos del ciclismo, las clásicas más añejas, las más nostálgicas, odas a la épica que se construyeron año a año, piedra a piedra.

20 de marzo

Milán-San Remo

"Después de 100 kilómetros podían ganarme cien corredores. Después de 290, sólo dos o tres". Así que Eddy Merckx, dueño de esa frase lapidaria, ganó siete veces la Milán-San Remo, más que nadie, más que Costante Girardengo, leyenda del periodo de entreguerras que gobernó seis veces el mundial de primavera, una prueba venerada por los italianos y por la que pugnan en los últimos años, salvo contadas ocasiones, los velocistas. Es, con 298 kilómetros, la más larga del calendario. Es por ello que pesa tanto el Poggio, una cuesta nada desalmada, sin porcentajes descomunales, cuya cima está a menos de diez kilómetros de la meta de San Remo y en la que tratan los ciclistas menos rápidos de liquidar a los pesados esprinters. Pocas veces lo consiguen. Así que entre los últimos ganadores se encuentran Cavendish, Petacchi o Freire. También Pozzato o Cancellara, los últimos que lograron evitar una llegada masiva.

4 de abril

Tour de Flandes

Quince muros salpican el recorrido de la 94ª edición del Tour de Flandes, el anteúltimo, a 16 kilómetros de meta, el legendario Kapelmuur, un tramo vertical de adoquín donde se forjó la leyenda de ciclistas como Achiel Buysse, Eric Leman, Johan Museeuw y Fiorenzo Magni, tres belgas y un italiano que ostentan, con tres, el récord de victorias. En disposición de emularles están Tom Boonen y Stijn Devolder, último vencedor, que suman dos victorias. La prueba nació en 1913 por puro orgullo, pues los flamencos quisieron hacer frente a la popularidad de la Lieja-Bastogne-Lieja, el más antiguo de los cinco monumentos que se corre en suelo valón. La particularidad del Tour de Flandes la resumió Peter Van Petegem, vencedor en 1999 y 2004: "Desde que tenía 15 años he entrenado aquí cada día, en las Ardenas flamencas. Como profesional, he rodado entre treinta y cuarenta mil kilómetros al año. Mientras los demás se juntaban alrededor de una mesa en Navidades, yo entrenaba cinco horas al día ¿O cómo crees que se gana el Tour de Flandes? Estaba ocupado en ello seis meses al año".

11 de abril

París-Roubaix

Tom Boonen, que defiende título, puede hacer historia este año en la más atípica de cuantas pruebas pueblan el calendario internacional, pues cuentan los ciclistas que la han sufrido que nada se asemeja a la París-Roubaix, que nada hay comparable a cruzar el Bosque de Arenberg, entrar en el velódromo de Roubaix o desprenderse del polvo o el barro en sus legendarias duchas de piedra. Si logra vencer por cuarta vez, nada descabellado, Boonen igualará a Roger de Vlaeminck, que reinó en el Infierno del Norte en 1972, 1974, 1975 y 1977. El holandés Peter Post ostenta el récord de velocidad que instauró en 1964, cuando corrió de París a Roubaix a una media de 45,129 kilómetros por hora. Es una cita anacrónica, lo que la hace aún más bella, que lleva al límite a los ciclistas tanto si llueve como si no. Pero es cuando jarrea, cuando aflora el barro y el pavé se vuelve filoso, por resbaladizo, cuando alcanza su verdadera dimensión de infierno. Ya lo dijo Sean Kelly: "Una París-Roubaix sin lluvia no es una auténtica París-Roubaix".

25 de abril

Lieja-Bastogne-Lieja

La clásica más antigua del calendario, La Decana, creada en 1882 en la zona valona de Bélgica, condensa toda su épica en una edición: la de 1980. Aquel año venció Bernard Hinault bajo una tormenta de nieve descomunal que hizo que el corajudo francés se plantease la retirada. Se bajó incluso de la bicicleta. Pero algo, quizás el orgullo que le desbordaba, le hizo recapacitar, volver a la carretera, atacar en la cota de Haute Levee y recorrer los últimos 80 kilómetros en solitario para vencer con más de 10 minutos sobre Kuiper. Merckx, como no, es el que ostenta, con cinco, el récord de triunfos. La Redoute y Saint-Nicolas son las dos cotas más legendarias de un recorrido en el que hace dos años se incluyó la subida a La Roca de los Halcones en el tramo final para reducir aún más el grupo de aspirantes. Allí se catapultó Andy Schleck para vencer en 2009. Alberto Contador vuelve a correr la prueba este año después de dos ausencias.

16 de octubre

Giro de Lombardía

La clásica de las hojas muertas es el único de los cinco monumentos que se disputa en otoño, después del Mundial, por lo que prácticamente cierra la temporada ciclista. Fausto Coppi figura como el corredor que más veces, cinco, la ha ganado. La Madonna de Ghisallo es el lugar más emblemático de la cita italiana que gobernó en 2009 Philippe Gilbert al batir al sprint a Samuel Sánchez.