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¿Cómo acabaron una mujer y su hija con su coche en el fondo de una piscina municipal?

Hizo falta una grúa de 30 toneladas y la coordinación de muchas personas para poder sacar el vehículo

¿Cómo acabaron una mujer y su hija con su coche en el fondo de una piscina municipal?X (@guilhemricavy)

Hay imágenes que al verlas hoy en día lo primero que se nos viene a la mente es que están creadas con inteligencia artificial. Pero la realidad sigue superando a la ficción y a la IA, y el lujoso Jaguar XF de 200 caballos que cayó a una piscina municipal en La Ciotat, una ciudad portuaria francesa de 34.000 habitantes situada a 31 kilómetros al este de Marsella, en la región Provenza-Alpes-Costa Azul, es absolutamente real.

Un coche que toca fondo

Y no se trata de un experimento como los que suelen hacer en El Hormiguero o de una escena rodada para una película, sino de un accidente en el que por suerte nadie resultó herido. Ocurrió el jueves de la semana pasada en el complejo municipal de piscinas Jean Boiteux, y según las primeras investigaciones, la conductora, de 38 años y que iba en el coche junto a su hija de 5, confundió los pedales del freno y del acelerador e incrementó la velocidad en lugar de detener el coche cuando se encontraba en el parking del complejo y se acercaba a las cristaleras que delimitan la piscina.

Eso provocó que las reventara y que el coche terminara en el fondo de la piscina, provocando un tremendo susto a los bañistas que estaban en ese momento en el agua, aunque ninguno resultó herido. Los socorristas se encargaron de rescatar a la madre y a la niña, que tras el accidente se encontraban en estado de shock.

Rescate complicado

La piscina quedó clausurada inmediatamente y seguirá así varias semanas, hasta que se arreglen los cuantiosos desperfectos, aunque este martes el coche pudo ser rescatado del agua, el vehículo, que permanecía sumergido desde el accidente. No fue una operación fácil, porque sacar de ahí el Jaguar, que pesa unos 1.600 kilos (y que alcanza unos 2.000 kilos sumergido), sin dañar la piscina requirió de mucha pericia, coordinación y un importante trabajo previo.

Hicieron falta cuatro buzos de una empresa de trabajos submarinos junto a operarios del Ayuntamiento, agentes de la Policía Municipal y trabajadores de la empresa que va a reparar la instalación. Lo que se hizo fue enganchar unas grandes boyas al vehículo para ayudar a que subiera del fondo y se llenó la piscina al máximo, y cuando el coche se acercó al borde del vaso se procedió a remolcarlo fuera del agua hasta el parking gracias a una enorme grúa de 30 toneladas y a unos cabestrantes.