Una de las carreras más locas del mundo se disputa cada año el último lunes de mayo (festivo de Primavera en el Reino Unido) desde el siglo XIX, aunque se cree que puede tener hasta 600 años de historia, y atrae a miles de participantes y espectadores. Se trata del Festival del Queso Rodante, que se celebra en Cooper’s Hill, una colina situada en la localidad de Brockworth, que pertenece al distrito de Gloucester (suroeste de Inglaterra).
Perseguir un queso
Es una carrera en la que los competidores, que llegan de todo el mundo, deben atrapar una rueda de queso Doble Gloucester de más de tres kilos de peso arrojado desde lo alto de esa colina. La bajada, de unos 182 metros de longitud y con una fuerte pendiente, provoca numerosas caídas por la velocidad que los participantes llegan a alcanzar para tratar de atrapar el queso, que ha llegado a superar los 130 kilómetros por hora en alguna edición. El primero que llegue abajo, cruce la meta y coja el queso se convierte en el ganador. Y el premio que se lleva es precisamente ese queso.
En este caso la carrera se celebró este lunes y acabó, como en casi todas las ediciones, con heridos. En este caso dos competidores tuvieron que ser trasladados al hospital y fue necesario movilizar un helicóptero y cinco ambulancias para atender a los participantes. Las carreras, para las que no es necesario inscribirse, sino únicamente presentarse en la colina a la hora marcada, están catalogadas como "inseguras" por las autoridades locales y se clasifican como deporte extremo.
No le gusta el queso
Por segundo año consecutivo, el ganador de una de las carreras masculinas fue el youtuber alemán Tom Kopke, de 23 años, que aseguró a la BBC haber “arriesgado su vida” bajando por la colina, que se encontraba muy seca después de varias semanas sin apenas lluvias. La otra la ganó un neozelandés. También hay pruebas femenina e infantil, así como carreras cuesta arriba para cada categoría.
En la prueba femenina se impuso una joven londinense de 20 años llamada Ava, que participaba por primera vez. Curiosamente tras su victoria afirmó que no le gusta el queso.
La carrera ha ofrecido una vez más unas imágenes espectaculares, con cada competidor utilizando una táctica diferente para bajar lo más rápido posible. Viendo cómo se desarrolló, que sólo hubiera que trasladar a dos personas al hospital es como para celebrarlo, porque podía haber pasado cualquier cosa.